En los últimos días, el frío ha dominado el panorama climático de Argentina, trayendo consigo una serie de fenómenos adversos que han impactado a distintas regiones del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha pronosticado que esta ola de frío continuará durante el fin de semana, con la llegada de una nueva masa de aire polar que intensificará las condiciones invernales en el centro y el Litoral.El fenómeno de ciclogénesis, que se formó hace días, provocó una serie de eventos climáticos extremos, incluyendo vientos intensos y alta inestabilidad atmosférica. Este patrón climático ha dado paso a una nueva etapa de frío severo, con heladas recurrentes y temperaturas por debajo de los valores normales. La combinación de bajas temperaturas y humedad ha generado un ambiente propenso a las precipitaciones invernales, como el graupel y la posible caída de nieve en la región pampeana y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En cuanto a las temperaturas, el SMN ha alertado que tanto las mínimas como las máximas estarán por debajo de los valores habituales para esta época del año. Los habitantes de estas regiones deberán prepararse para un clima gélido, especialmente en espacios abiertos, donde el riesgo de exposición al frío es mayor. Esta situación persistirá durante varios días, y no será sino hasta el comienzo de la próxima semana cuando se espera un cambio en las condiciones meteorológicas, con una rotación del viento hacia el sector norte que traerá un incremento gradual de la temperatura y el retorno a valores térmicos más normales.
Recientemente, el distrito de Tornquist y la Comarca de Sierra de la Ventana vivieron una nevada significativa, un fenómeno particularmente visualmente impactante. La nieve es una de las precipitaciones más emblemáticas del invierno, aunque no es la única que puede ocurrir en estas condiciones. La lluvia engelante y el graupel son otras formas de precipitación que podrían sorprender a los bonaerenses y porteños durante el fin de semana.
Para entender estos fenómenos, es fundamental conocer cómo la temperatura de las nubes y del aire en su descenso influyen en el tipo de precipitación que llega al suelo. La nieve, el graupel y la lluvia engelante son manifestaciones de cómo el frío interactúa con la humedad en la atmósfera.
Nevada: Cuando las nubes están a temperaturas muy bajas, se forman pequeños cristales de hielo que se agrupan en copos de nieve. Si las temperaturas permanecen bajo cero en todo el trayecto de los copos, estos llegan al suelo en forma de nieve, creando un paisaje blanco. Si encuentran una capa de aire más cálida, la nieve puede derretirse parcialmente, resultando en aguanieve, una mezcla de lluvia y copos de nieve.
Graupel: Este fenómeno ocurre cuando la gota de lluvia se congela en el trayecto hacia el suelo, formando pequeñas bolitas de hielo. A diferencia de la nieve, el graupel es más blando y puede parecerse a la nieve desde la distancia.
Lluvia Engelante: En ocasiones, la gota de lluvia se mantiene en estado líquido a temperaturas bajo cero, pero al entrar en contacto con el suelo o los objetos, se congela instantáneamente, formando una capa de hielo. Este tipo de precipitación es especialmente peligroso, ya que puede generar superficies resbaladizas y peligrosas.
El frío que experimenta el país es un recordatorio de la complejidad de los fenómenos meteorológicos invernales y de cómo la interacción entre diferentes factores atmosféricos puede resultar en una variedad de tipos de precipitación.
A medida que la situación evoluciona, es esencial que la población se mantenga informada sobre las condiciones meteorológicas y tome las precauciones necesarias para enfrentar el frío extremo y sus efectos. La variabilidad y la persistencia del frío son parte de la dinámica climática de la región, y su impacto puede ser significativo tanto para la vida cotidiana como para las actividades al aire libre.