El sindicato de Sanidad anunció un paro nacional de 24 horas el jueves en reclamo de aumentos de salarios.
La medida de fuerza involucra a personal de enfermería y de asistencia, excluidos los profesionales de la medicina.Frente a la intransigencia de las Cámaras empresariales, el Consejo Directivo de @SanidadArg en su conjunto resuelve: Paro Nacional de 24 hs. a partir del jueves 22/02. Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros…
— Héctor Daer (@hectordaer) February 20, 2024
El secretario general de la Confederación General del Trabajo y titular del gremio de la Sanidad, Héctor Daer, confirmó que el sector irá a paro general este próximo jueves.
La medida fue tomada en medio de las negociaciones por la nueva tabla de sueldos. “Sin salarios no hay salud”, sostuvo el sindicalista.
“Frente a la intransigencia de las Cámaras empresariales, el Consejo Directivo de Sanidad en su conjunto resuelve: Paro Nacional de 24 hs. a partir del jueves 22/02“, expresó Daer en un comunicado.
“Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros compañeros de Sanidad. Sin salario no hay salud”, agregó.
La medida abarcará a todo el país y se realizará un día después de la decisión de La Fraternidad, que anunció un paro de trenes para este miércoles.
Qué servicios estarán afectados:
- La atención en clínicas, sanatorios y hospitales privados
- Servicios en laboratorios
- Atención en geriátricos
Para todos los casos, la asistencia será únicamente ante urgencias.
La protesta además ocurre en un contexto de enorme tensión entre el gobierno nacional y la CGT por la situación social y una serie de reformas que impulsa la Presidencia de Javier Milei que afecta a las centrales obreras, desde una flexibilización en las relaciones laborales a la desregulación del sistema de obras sociales sindicales.
Pero lo más importante es el impacto que tuvo en la economía el plan de ajuste y estabilización que se puso en marcha desde el inicio de la actual administración, con el objetivo de frenar una escalada inflacionaria y ordenar una economía dominada por desequilibrios, regulaciones y controles. El draconiano programa impactó en el nivel de actividad y complicó las cuentas de las empresas, que se ven limitadas para ofrecer aumentos de salarios que no saben si podrán financiar.
Una situación similar ocurrió en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (CSMVM), donde los gremios y la representación patronal no llegaron a un acuerdo, debido a que las cámaras evitaron hacer una oferta de aumentos ante el contexto recesivo. Esa decisión generó un fuerte malestar en la representación sindical -tanto de la CGT como de las dos CTA- que exigieron la intervención del Estado y la firma de un laudo. Los gremios habían pedido un aumento del 80%.
En tanto, el Gobierno logró que uno de los gremios de trabajadores estatales que integra la CGT acepte un aumento del 12%, el cual fue rechazado por ATE, que remarcó que la suba está por debajo del índice de inflación y amenazó con tomar medidas de fuerza. Los funcionarios les transmitieron a los representantes estatales la propuesta del Poder Ejecutivo Nacional de aplicar un incremento del 12% para los salarios correspondientes al mes de febrero, que se sumó al 16% que acordó para enero.
La oferta fue aceptada por la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), liderada por Andrés Rodríguez, pero fue fuertemente rechazada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), encabezada por Rodolfo Aguiar.