El diario
Aceiteros amenazan con paro nacional por incumplimiento de acuerdos y despidos arbitrarios. El conflicto se extiende a todo el complejo industrial oleaginoso.
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo, junto a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCI), ha lanzado una advertencia contundente: podrían convocar a un paro nacional debido al incumplimiento de acuerdos salariales y la falta de avances en las negociaciones paritarias. Esta amenaza de huelga podría afectar a todo el circuito industrial aceitero y de biodiesel en el país, con consecuencias directas sobre el transporte y la logística en el Gran Rosario, una de las zonas más afectadas por la producción y distribución de estos productos.El contexto del conflicto aceitero
El reclamo de los aceiteros se centra en varios puntos críticos. El más inmediato es el incumplimiento por parte de varias empresas del pago de un bono extraordinario que había sido acordado en diciembre de 2024. Además, el sindicato denuncia una serie de violaciones a los derechos laborales de los trabajadores aceiteros, incluyendo el incumplimiento de los convenios colectivos de trabajo, la falta de pago de acuerdos paritarios y despidos arbitrarios en distintas plantas del país.
El gremio aceitero ha manifestado su firme posición frente a lo que consideran un “grave e ilegal avasallamiento de los derechos de los trabajadores y trabajadoras aceiteras”. En un comunicado oficial, advirtieron que, si las empresas continúan con estas prácticas ilegales, no dudarán en recurrir a un paro nacional para hacer valer sus derechos.
La denuncia de despidos arbitrarios y la falta de avance en las paritarias
Uno de los casos más resonantes en este conflicto tiene que ver con la planta de biodiesel Explora, ubicada en Puerto General San Martín, donde cuatro trabajadores fueron despedidos bajo “causas falseadas”, según denuncian desde el sindicato. Este despido se produjo tras una retención de tareas llevada a cabo por los empleados en demanda de la bonificación acordada.
El sindicato también ha expresado su frustración por la falta de avances en la negociación de la paritaria sectorial, que debía haberse cerrado en diciembre. Daniel Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores Aceiteros, señaló que las empresas del sector no han ofrecido un salario acorde con las necesidades de los trabajadores. “El panorama es insostenible. Las empresas aceiteras no cumplen con los acuerdos, y no estamos dispuestos a seguir tolerando estas irregularidades”, aseguró Yofra.
Los casos de Vicentín y Renopack: tensión en el sector agroindustrial
La situación se complica aún más con la falta de pago del bono anual acordado por la agroexportadora Vicentín, que sigue en conciliación obligatoria. Este conflicto se suma a los ya existentes en Renopack, una empresa con plantas en diferentes puntos del país, donde se enfrentan problemas similares en cuanto a los derechos laborales de sus empleados.
En el caso de Dánica, ubicada en Llavallol, la empresa cerró su planta en diciembre de 2024, dejando a todos sus trabajadores sin empleo. Sin embargo, tras intensas negociaciones, se logró reabrir el área de envasado con la reincorporación de 40 empleados que no aceptaron los retiros voluntarios.
La situación en Viterra: una escalada preocupante
El panorama en Bahía Blanca, donde se encuentra la planta de Viterra (actualmente en manos de Bunge), es igualmente preocupante. Esta empresa ha sido acusada de desconocer sistemáticamente los derechos laborales de sus empleados, y la situación ha escalado debido a la militarización de la planta y el despido arbitrario de trabajadores huelguistas. Según Yofra, la violencia y las represalias por parte de las empresas contra los trabajadores aceiteros están alcanzando niveles alarmantes.
“La situación en Viterra es insostenible. Estamos frente a una violación sistemática de los derechos laborales, que se agrava con la militarización de la planta y los despidos arbitrarios. Es un reflejo de lo que está sucediendo en otras partes del país”, denunció el secretario general de la FTCI.
El mensaje del sindicato aceitero: “No vamos a negociar nuestros derechos”
En este contexto de tensión, el sindicato aceitero ha dejado claro que no está dispuesto a negociar lo que consideran derechos fundamentales. “Estamos dispuestos a dialogar, pero no a negociar nuestros derechos”, expresó Yofra en el comunicado. Si las empresas continúan con sus actitudes de “avasallamiento”, los aceiteros no dudarán en tomar las medidas necesarias para defender a los trabajadores, incluyendo una huelga nacional que paralizaría el sector.
Impacto del paro aceitero en la economía y la logística
Un paro nacional en el sector aceitero y biodiesel tendría repercusiones significativas no solo en las plantas industriales, sino también en el transporte y la logística del Gran Rosario, un nodo clave para la exportación de productos oleaginosos y biodiesel. La parálisis de esta actividad afectaría tanto a la producción local como a las exportaciones, con consecuencias para la economía nacional.
El sector aceitero es uno de los pilares de la economía argentina, y cualquier interrupción en su actividad impactaría tanto en la cadena de valor interna como en las relaciones comerciales internacionales del país. El gobierno y las empresas deberán actuar rápidamente para evitar que el conflicto se intensifique y afecte más gravemente al país.
Conclusión: ¿Hacia un conflicto nacional?
El conflicto aceitero, centrado en el incumplimiento de acuerdos y la violación de los derechos laborales, amenaza con extenderse a todo el sector si las empresas no ceden en sus demandas. Los aceiteros han mostrado una postura firme y están dispuestos a llevar el conflicto a un nivel nacional si no se resuelven los problemas de fondo. La situación continúa evolucionando, y se espera que en los próximos días se intensifiquen las negociaciones, pero el futuro del sector aceitero en Argentina depende de que las empresas y el gobierno logren encontrar una solución que respete los derechos de los trabajadores.
