El polen del plátano provoca alergia, picazón y congestión en primavera. Conocé los síntomas, causas y cómo prevenir la alergia estacional.
Desde septiembre, Buenos Aires y gran parte del país atraviesan una “lluvia polínica” que dispara estornudos, picazón y congestión nasal. La alergia al polen del plátano de sombra se consolida como una de las principales causas de malestar respiratorio durante la primavera.
Con la llegada de los días cálidos, los árboles de algunas ciudades comienzan su ciclo de floración y liberan millones de partículas diminutas que flotan en el aire. A simple vista, parecen una neblina dorada que cubre veredas y autos, pero detrás de esa imagen hay un fenómeno biológico que afecta a miles de personas: la alergia al polen, una reacción del sistema inmunológico frente a sustancias naturales que, en ciertos organismos, se interpretan como una amenaza.
El plátano de sombra (Platanus hispánica) domina el paisaje urbano desde fines del siglo XIX. Se estima que hay más de 70.000 ejemplares distribuidos en avenidas, bulevares y plazas porteñas. Su frondosa copa da sombra y frescura, pero también libera durante la primavera enormes cantidades de polen con alto poder alergénico.
Según el Censo de Arbolado 2018, el plátano representa uno de cada seis árboles de la Ciudad de Buenos Aires. Esta densidad, sumada a las condiciones climáticas secas y ventosas de la estación, convierte a la capital en un escenario ideal para la propagación del polen.
El doctor Maximiliano Gómez, ex presidente de la Asociación Argentina de Alergia y miembro de la Organización Mundial de Alergia, explicó que “la polinización del plátano provoca alergia y genera también irritación por contacto en ojos, nariz y garganta, incluso en personas no alérgicas”.
Por su parte, el doctor Claudio Parisi, jefe de la Sección Alergia Adultos y Pediatría del Hospital Italiano, señaló que “el plátano y el fresno son los árboles más comunes en las ciudades y liberan polen entre fines de agosto y mediados de noviembre, generando síntomas respiratorios y oculares muy molestos”.
Por qué el polen del plátano genera alergia
El polen del plátano es extremadamente liviano y abrasivo, capaz de viajar hasta 30 kilómetros transportado por el viento. Contiene tres proteínas principales —Pla a 1, Pla a 2 y Pla a 3— con alto poder alergénico. Estas moléculas hacen que el cuerpo, en personas predispuestas, active una respuesta inmunológica exagerada.
A diferencia de un resfrío común, la alergia tiene síntomas que se repiten y se prolongan durante toda la temporada de floración. Los más frecuentes son:
- Estornudos repetidos
- Congestión nasal persistente
- Secreción acuosa transparente
- Picazón de nariz y ojos
- Lagrimeo y enrojecimiento ocular
- Tos seca e irritativa
- Sensación de garganta áspera o seca
En casos más severos, la inflamación alcanza los bronquios y puede derivar en asma alérgica, con falta de aire y tos persistente.
Qué dicen los especialistas sobre la alergia al polen
La doctora Patricia Portillo Mazal, otorrinolaringóloga del Hospital Italiano, explicó que el polen del plátano contiene “partículas con gran poder alergénico que provocan estornudos, picazón, mocos y broncoespasmos”.
Además, advirtió que la polución urbana potencia la sensibilidad respiratoria: “La contaminación hace que todos seamos más propensos a las partículas del polen, incluso sin tener alergia diagnosticada”.
El doctor Gómez agregó que el tratamiento incluye antihistamínicos de segunda generación, como loratadina, cetirizina o fexofenadina. “Aunque algunos se venden sin receta, siempre es recomendable la prescripción médica, porque no todos los pacientes reaccionan igual”, subrayó.
En los casos más graves, puede requerirse medicación inhalatoria con broncodilatadores y corticoides locales, reservando los corticoides sistémicos solo para emergencias. Cuando los síntomas se repiten cada año, los médicos aconsejan consultar a un alergólogo para evaluar la posibilidad de una inmunoterapia específica, que ayuda a desensibilizar al organismo frente al polen.
Cuándo empeoran los síntomas de alergia
La temporada crítica de polinización del plátano va de fines de agosto a noviembre, y puede extenderse hasta diciembre si las condiciones climáticas lo permiten. Los días ventosos y secos son los más complicados: la concentración de polen se multiplica en el aire y basta con estar unos minutos al aire libre para desencadenar los síntomas.
En cambio, tras una tormenta primaveral, muchas personas notan alivio inmediato, ya que la lluvia limpia el aire y arrastra las partículas al suelo, reduciendo temporalmente la carga de polen.
Consejos para prevenir la alergia y aliviar los síntomas
El doctor Parisi recomienda adoptar hábitos preventivos para minimizar la exposición al polen:
- Mantener las ventanas cerradas durante las horas de alta polinización.
- Usar anteojos y barbijos al caminar por zonas arboladas.
- No colgar ropa al aire libre durante la noche.
- Ventilar brevemente el hogar una vez al día.
- Realizar lavados nasales con solución salina.
- Circular en auto con las ventanillas cerradas.
- Evitar la actividad física al aire libre en las primeras horas del día y al atardecer.
Estas medidas, sumadas al tratamiento médico, ayudan a reducir el impacto de la alergia y mejorar la calidad de vida durante la primavera.

Otros árboles que provocan alergia
Aunque el plátano es el principal responsable de la alergia en Buenos Aires, hay otras especies que también liberan polen altamente sensibilizante:
- Olivo: su polen genera síntomas intensos y prolongados.
- Ciprés: libera polen en distintos momentos del año, prolongando la temporada alérgica.
- Abedul: muy alergénico en zonas templadas.
- Gramíneas: aunque no son árboles, coinciden con el plátano y agravan los cuadros respiratorios.
Identificar las fuentes de polen ayuda a diseñar estrategias de prevención y control más efectivas para quienes padecen alergia estacional.
La primavera trae color, vida y temperatura agradable, pero también desafíos respiratorios para miles de personas sensibles al polen. La alergia al plátano de sombra se consolida como un problema de salud urbana que crece año tras año. Con prevención, tratamiento médico y hábitos saludables, es posible disfrutar de la estación más florida sin que los estornudos arruinen el paisaje.