En medio de despidos y caída de ventas, Cerámica Cortines solicitó el concurso preventivo, expuso una profunda crisis productiva y financiera y pidió medidas judiciales para sostener su operatoria comercial.
En un contexto marcado por despidos, suspensión de actividades y fuerte retracción del mercado, Cerámica Cortines S.A. solicitó formalmente la apertura de su concurso preventivo ante la Justicia Comercial. La presentación fue realizada el 25 de noviembre ante el Juzgado Comercial Nº 11, Secretaría 21, donde la empresa también requirió el dictado de una medida cautelar para preservar su operatoria mientras se tramita el proceso concursal.
Según consta en el escrito, el directorio resolvió avanzar con esta herramienta legal frente a una crisis económica y productiva que, de acuerdo con la propia compañía, afectó su flujo de fondos, su capacidad de cumplimiento y la continuidad normal de su actividad.
El rol de la sindicatura en el proceso
En el marco del expediente ya fue designada la sindicatura, que quedó a cargo del estudio Grisolia, Castro y Asociados, representado por Jorge Andrés Castro y Héctor Julio Grisolia. El síndico cumplirá un rol central como auxiliar de la Justicia, con funciones de control y fiscalización previstas en la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras.
Entre sus tareas principales se encuentra supervisar la administración de la empresa, que continúa al frente del negocio, verificando que sus decisiones no perjudiquen a los acreedores ni vulneren las restricciones legales vigentes. Además, intervendrá en la etapa de verificación de créditos, evaluando la legitimidad, el monto y la naturaleza de los reclamos presentados por los acreedores.
Impacto directo sobre los trabajadores despedidos
La apertura del concurso preventivo tiene un impacto directo sobre los trabajadores despedidos que habían firmado acuerdos de pago por indemnizaciones. Según reconoció la empresa, esos acuerdos alcanzan a cerca del 70 por ciento de los empleados cesanteados, quienes ahora pasan a revestir la condición de acreedores dentro del proceso concursal.
“En el concurso metieron todos los arreglos con los despedidos acordados. Los que firmaron el acuerdo pasaron a ser acreedores de Cerámica y es muy probable que no los dejen pagar esos planes”, explicó un trabajador afectado por la situación.
En su presentación judicial, la empresa describe un escenario de marcado deterioro económico, vinculado a la caída del consumo, el retroceso del sector de la construcción y el aumento generalizado de costos. En ese marco, Cerámica Cortines se reconoce afectada por una crisis sectorial que también atraviesan otras firmas de la industria.
El escrito menciona como antecedentes situaciones similares en empresas como ILVA Porcellanato, Cerro Negro y Cerámica Alberdi, a las que señala como ejemplos del difícil momento que atraviesa la actividad.
Costos crecientes y presión impositiva
Entre los factores que profundizaron la crisis, la empresa detalla el incremento sostenido de los costos de producción, en particular la energía eléctrica, el gas y la materia prima. A esto se suma, según la firma, una elevada presión impositiva que impacta sobre los márgenes de rentabilidad.
También se hace referencia al peso de los salarios y las cargas sociales dentro de la estructura de costos, en función de la cantidad de personal que históricamente tuvo la compañía.
El documento incorpora datos concretos sobre la caída de la actividad productiva. En 2023, Cerámica Cortines produjo 7.710.049 metros cuadrados, mientras que en 2024 esa cifra descendió a 4.859.286 metros cuadrados. En paralelo, las ventas registradas durante el último ejercicio fueron consideradas insuficientes por la empresa para sostener la operatoria.
En ese contexto, la firma informó la acumulación de un stock de 1.533.832 metros cuadrados, una cantidad que, según sostiene, no se corresponde con el actual nivel de ventas. La empresa remarcó que la baja sostenida del mercado se profundizó durante 2024 y se agravó aún más en los primeros meses de 2025.
Reducción de personal y suspensión de actividades
Otro de los puntos sensibles del escrito es el impacto laboral. Cerámica Cortines detalló que al cierre del ejercicio 2024 contaba con una dotación de 345 empleados y que, frente a la crisis, adoptó una política de reducción de personal que implicó la baja de casi un tercio de su plantel.
La empresa reconoció además haber suspendido la actividad industrial durante un período determinado, como parte de las medidas adoptadas para enfrentar la coyuntura económica adversa.
Pedido de medida cautelar y cheques rechazados
En paralelo al concurso preventivo, la firma solicitó una medida cautelar para evitar consecuencias adicionales sobre su operatoria comercial. En particular, explicó que existen cheques de pago diferido emitidos con anterioridad a la presentación judicial y pidió que su eventual rechazo no genere sanciones ni bloqueos que agraven la situación.
El escrito incluye un detalle de cheques, con fechas, bancos, beneficiarios y montos, y solicita que las entidades financieras se abstengan de cerrar cuentas, aplicar multas o disponer inhabilitaciones. Asimismo, la empresa pidió que se comunique al Banco Central de la República Argentina para que no se adopten medidas sancionatorias vinculadas a esos instrumentos durante la tramitación del concurso.
La definición judicial sobre estos pedidos será clave para determinar el alcance del proceso y el futuro inmediato de Cerámica Cortines en un escenario atravesado por la crisis del sector y la incertidumbre económica.
El diario