Los bomberos voluntarios de Luján, que integraron el equipo “Reskatate” ganaron la Carrera de Autos Locos en la que participaron 30 vehículos que compitieron este domingo.
La carrera se dio en la bajada de Carlos Pellegrini y avenida del Libertador, en el porteño barrio de Retiro, ante más de 30.000 espectadores que disfrutaron un espectáculo lleno de imaginación sobre ruedas.El equipo ganador estuvo integrado por los Bomberos Voluntarios de Luján, que conformaron el “Team Reskatate”, donde que presentaron el diseño de una ambulancia vintage: “Somos bomberos en actividad y trajimos una ambulancia antigua que diseñamos y que nos representa a nosotros como bomberos”, señaló Emiliano, integrante del equipo. “La idea surgió en una reunión de capacitación que tuvimos. Luego nos avisaron que salimos seleccionados y acá estamos, al pie del cañón”, agregó.
La carrera de Autos Locos, reconocida en todo el mundo, volvió al país luego de 10 años como un desafío para equipos atrevidos, divertidos y creativos en esto de diseñar y fabricar su propio auto para la carrera, con la condición de que no tuvieran motor de propulsión y que avance en la bajada gracias a la inercia y el empujón de sus equipo, de ser necesario.
La carrera comenzó alrededor de las 15:00 y la apertura estuvo a cargo del vehículo en forma de Bender, el personaje de Futurama.
Una competencia con más de 20 años de historia
La competencia de los Autos Locos tiene más de 20 años de historia. La primera carrera se realizó en Bélgica, en el año 2000, y a partir de ese año recorrió todos los rincones del planeta, en ciudades como Tokio, Londres, Helsinki, Zagreb, Texas, Madrid, Brasilia y Santiago de Chile, entre otras.
Este año Buenos Aires volvió a ser ciudad anfitriona.
Tres estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba presentaron el vehículo Felizmente Casados conducido por dos personas vestidas de novia y de novio a punto de casarse.
La organización por parte de Red Bull Argentina se vio desbordada por la cantidad de público. Esto obligó a demorar el inicio de la competencia y se produjo una invasión del puente de la Autopista Illia, donde los espectadores se treparon para intentar ver la carrera ante la falta de tribunas. Red Bull había utilizado las redes sociales para difundir este evento gratuito, pero no brindó detalles acerca de la capacidad del lugar. Los espectadores defraudados usaron esas mismas redes para reclamar y quejarse por la falta de espacio para el público.