En una votación ajustada, el Senado aprobó los cambios al régimen del Monotributo con 37 votos afirmativos y 35 negativos.
La nueva ley, que se promulgará en las próximas semanas, contempla un aumento de hasta 300% en los topes de facturación anual, las cuotas mensuales a pagar y otros parámetros del régimen. Sin embargo, también se votó a favor de eliminar la prórroga del monotributo social, lo que afectará significativamente a las personas de bajos recursos.El monotributo en la ley Bases
El artículo 100 del capítulo del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, que fue rechazado por el Senado, preveía la prórroga del monotributo social. Esta norma había sido incluida durante la discusión en la Cámara de Diputados y aseguraba la continuidad de beneficios para sectores de la economía popular. Permitía que aquellos inscriptos en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social del Ministerio de Capital Humano, con una facturación anual menor al 50% del tope de ingresos brutos de la categoría A, no debieran ingresar el impuesto integrado y pudieran optar por no hacer aportes al sistema de obras sociales.
La eliminación de esta prórroga implica que los titulares de este régimen tributario simplificado pasarán de pagar $3.200 a $26.600 en la categoría más baja del régimen general. Según datos difundidos en abril por la Secretaría de Trabajo, los titulares del monotributo social superan los 620.000, más del doble que una década atrás, lo que refleja la importancia y el alcance de este régimen para los trabajadores de menores ingresos.
Por otro lado, la iniciativa general de reforma establece que el Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes tendrá, a partir del período fiscal 2025, una actualización de parámetros (máximos de facturación, alquileres, cuota a pagar) semestral, regida por la inflación. Para este año, el Ejecutivo tiene la facultad de incrementar esos montos.
Entre los cambios más destacados, la categoría A pasará de un tope de facturación de poco más de $2.100.000 a $6.450.000, mientras que la categoría K alcanzará los $68 millones. Además, se permitirá a quienes prestan servicios mantenerse dentro del Monotributo hasta el monto de la categoría K, aunque con una cuota mucho más alta que los que venden productos. El precio máximo unitario de venta de productos también se incrementará, pasando de los actuales $385.000 a casi el doble.
Estas modificaciones generan un panorama de incertidumbre para muchos pequeños contribuyentes y trabajadores informales que dependían del monotributo social para sostener sus actividades comerciales con menores costos fiscales. La eliminación de este beneficio significa un aumento significativo en los costos para los sectores más vulnerables de la economía, quienes ahora deberán enfrentarse a cuotas mucho más elevadas y a una posible exclusión del régimen simplificado.
La aprobación de estos cambios refleja una intención del Gobierno de ajustar los parámetros del Monotributo a la inflación y a la realidad económica actual, pero también pone en evidencia la falta de consenso y las tensiones existentes en torno a las políticas fiscales dirigidas a los pequeños contribuyentes. La decisión del Senado marca un antes y un después para miles de trabajadores y pequeños empresarios que ahora deberán adaptarse a un nuevo esquema tributario más oneroso y exigente.
Las categorías de la AFIP
La tabla de topes de facturación anual completa, que aprobó el Senado, queda de la siguiente manera:
Categoría A: de $2.108.288,01 a $6.450.000 (alza de 206%);
Categoría B: de $3.133.941,63 a $9,45 millones (+202%);
Categoría C: $4.387.518,23 a $13,25 millones (+208%);
Categoría D: de $5.449.094,55 a $16,45 millones (+202%);
Categoría E: de $6.416.528,72 a $19,35 millones (+202%);
Categoría F: subiría de $8.020.660,9 a $24,25 millones (+203%);
Categoría G: de $9.624.793,05 a $29 millones (+202%);
Categoría H: de $11.916.410,45 a $44 millones (+270%);
Categoría I: de $13.337.213,22 a $49,25 millones (+269%);
Categoría J: de $15.285.088,04 a $56,4 millones (+269%);
Categoría K: de $16.957.968,71 a $68 millones (+301%).
En conclusión, mientras la reforma del Monotributo apunta a modernizar y ajustar el régimen a la economía actual, la eliminación del monotributo social plantea desafíos significativos para los sectores de menores ingresos. Será crucial observar cómo estas medidas impactan en la economía popular y qué estrategias implementará el Gobierno para mitigar los efectos negativos en los contribuyentes más vulnerables.