Curiosamente y pese a las advertencias de los expertos, una única provincia de Argentina está prohibido manejar en ojotas o sandalias.
Con la llegada del verano y las temperaturas en ascenso, muchos conductores optan por calzados más livianos y frescos, como ojotas o sandalias, para hacer frente al calor. Sin embargo, esta elección puede tener consecuencias inesperadas al momento de conducir.En Argentina, manejar en ojotas o sandalias está permitido en casi todas las provincias, con una sola excepción: Mendoza. Aquí, una ley de tránsito específica prohíbe conducir con calzado que no ofrezca sujeción adecuada.
Mendoza y su estricta Ley de Tránsito
Mendoza es la única provincia argentina que ha tomado una postura firme sobre el tipo de calzado permitido para los conductores. La Ley de Tránsito 9024, reglamentada en 2018, establece que el conductor debe utilizar un calzado cerrado y antideslizante, que permita un control seguro sobre los pedales. En esta normativa se aclara que el calzado debe “ajustarse completamente al pie”, de modo que las ojotas y sandalias sueltas quedan excluidas por representar un riesgo.
Esta medida tiene el objetivo de reducir los accidentes derivados de la falta de estabilidad en el calzado, lo que puede provocar errores de manejo, en especial en situaciones de emergencia donde se requiere un reflejo rápido y preciso para frenar o acelerar. La ley permite algunos modelos de sandalias, siempre y cuando tengan correas traseras o tiras que mantengan el pie sujeto, evitando el peligro de que el calzado se desplace o se enrede en los pedales.
¿Por qué conducir en ojotas puede ser peligroso?
El tipo de calzado que se utiliza al volante influye directamente en la capacidad de maniobra del conductor. Las ojotas y las sandalias sin ajuste trasero no brindan la estabilidad necesaria, lo que puede llevar a presiones inadecuadas sobre los pedales. Por ejemplo, un pie suelto dentro de una ojota podría ejercer una presión adicional sobre el pedal de freno o acelerador de manera accidental. Esto se vuelve aún más peligroso en momentos de reacción rápida, donde la falta de contacto firme podría resultar en una maniobra peligrosa.
Además, el uso de ojotas incrementa la probabilidad de enredos con los pedales, y, en situaciones extremas, podrían desprenderse, generando una traba inesperada. Por estas razones, las autoridades de Mendoza decidieron incluir esta restricción, estableciendo sanciones para quienes no cumplan con el tipo de calzado estipulado en su ley de tránsito.
¿Es ilegal manejar en ojotas en otras provincias?
En la mayoría del país, no existen regulaciones que prohíban el uso de ojotas o sandalias al conducir. Sin embargo, muchas provincias y municipios recomiendan a los conductores utilizar calzado que ofrezca buena adherencia y sujeción. Es importante que los conductores tengan en cuenta que, en caso de un accidente, la elección del calzado podría jugar un papel en la evaluación de la responsabilidad en el siniestro.
Además del calzado, el calor propio de la temporada veraniega puede afectar seriamente la capacidad de respuesta del conductor. Según estudios de seguridad vial, temperaturas superiores a los 30 grados dentro del vehículo generan un impacto en el tiempo de reacción, similar al de tener un nivel de alcohol en sangre de 0,5 g/litro. El aumento en la temperatura no solo incrementa la fatiga, sino que también reduce la concentración, lo que multiplica el riesgo de accidentes.
Para enfrentar estas condiciones, los especialistas recomiendan una serie de prácticas que mejoran la experiencia de conducción en épocas de calor:
- Mantenerse hidratado: tomar agua antes y durante el trayecto es fundamental para evitar la deshidratación, que afecta la concentración.
- Evitar las horas pico de calor: en la medida de lo posible, programar los viajes evitando el mediodía y la tarde, cuando las temperaturas suelen ser más elevadas.
- Usar ropa fresca y cómoda: la ropa ajustada y de telas gruesas puede elevar la temperatura corporal, por lo que se recomienda optar por prendas sueltas y de colores claros.
- Evitar abrir el techo solar: aunque pueda parecer refrescante, dejar el techo del vehículo abierto incrementa la exposición al sol y el calor. Lo mejor es mantener el auto completamente cerrado, utilizando el aire acondicionado en niveles moderados.
- Planificar descansos: En viajes largos, es importante detenerse cada dos horas para descansar, estirarse y refrescarse, lo que permite retomar la conducción en óptimas condiciones.