Durante dos allanamientos en Luján, la Policía procedió a la detención de un hombre buscado por robo. Buscaban al sospechoso de un intento de homicidio que revive el recuerdo de un crimen ocurrido hace 17 años.
En una nueva jornada marcada por el accionar policial, la ciudad de Luján volvió a ser escenario de una detención vinculada a causas delictivas que parecen no tener fin. Durante dos allanamientos simultáneos realizados este jueves en los barrios San Pedro y La Loma, la Policía buscaba a Justo Maximiliano Coria Kloster, alias “Maxi Coria”, acusado de haber apuñalado a otro hombre el pasado 30 de abril. Sin embargo, en el operativo fue detenido Jonathan Manuel Vázquez, otro sujeto con pedido de captura por robo.
El hecho que originó la investigación fue una denuncia realizada por María Elizabeth Cánepa, madre de Marcos Ezequiel Sierra, quien llegó herido de dos puñaladas en la espalda a su domicilio en el barrio Santa Marta. La víctima señaló como agresor a Coria Kloster, con quien mantenía una disputa de larga data. La fiscalía calificó la causa como “homicidio agravado en grado de tentativa” y ordenó operativos para dar con los implicados, quienes al día de hoy continúan prófugos.
Allanamientos con resultados dispares
El primero de los procedimientos se llevó a cabo en una vivienda del barrio San Pedro, en la intersección de Las Margaritas y Las Camelias. Allí, los efectivos del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la Comisaría Luján Primera, junto a otras fuerzas, secuestraron dos teléfonos celulares, municiones calibre .22, 140 gramos de marihuana y casi 7 gramos de cocaína. Además, fue identificado y detenido Jonathan Vázquez, de 33 años, quien tenía una orden de captura por una causa de robo con intervención de la UFI N°9.
El segundo allanamiento tuvo lugar en Los Jazmines y Las Orquídeas, barrio La Loma, donde los resultados fueron negativos.
Un nombre que remite al pasado
Aunque el objetivo inicial de los procedimientos era capturar a “Maxi Coria”, lo cierto es que su figura despierta antiguos fantasmas en el barrio. Coria Kloster no es un desconocido para los vecinos: en 2008 fue protagonista del homicidio de Miguel Sebastián Ruiz, un hecho que sacudió a la comunidad de La Loma y dejó huellas profundas.
Ruiz fue asesinado de una puñalada en el corazón en plena calle. Tenía 28 años, cuatro hijos y buscaba dejar atrás un pasado delictivo. Su muerte, ocurrida frente a testigos, marcó el inicio de una historia de violencia persistente que se repite con otros nombres, pero con las mismas lógicas.
Aquel crimen, recordado por su brutalidad y por la impunidad con la que se desplazaban los agresores, terminó con la detención de Coria Kloster. Sin embargo, volvió a quedar en libertad y protagonizó otros hechos violentos, como una pelea entre vecinos en 2012 que terminó con varios heridos.
Una espiral que no se detiene
A 17 años del crimen de Ruiz, los barrios como La Loma y San Pedro siguen envueltos en un clima de inseguridad, marcado por la marginalidad, la venta de drogas y las cuentas pendientes. La reciente detención de Vázquez no fue más que un capítulo más en una cadena de episodios que reflejan la falta de respuestas estructurales a un conflicto de larga data.
La figura de Coria Kloster representa para muchos la encarnación de un sistema que no logra poner freno a la violencia. Mientras tanto, los vecinos viven entre el silencio, el temor y una resignación que se multiplica con cada patrullero que irrumpe en sus calles.
La detención de Jonathan Vázquez durante una búsqueda por intento de homicidio pone nuevamente bajo la lupa la fragilidad del entramado social y judicial en algunos sectores de Luján. La historia de “Maxi Coria” no solo vuelve a escribirse con sangre, sino que también denuncia lo que sigue sin resolverse: la exclusión, la impunidad y un ciclo de violencia que parece no tener final.