Columna de Opinión:
El cambio climático en Argentina

Radio Estación Luján
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El cambio climático en el 2025 se caracteriza por temperaturas récord y la intensificación de fenómenos extremos, aunque las predicciones para el período 2025-2029 indican que las temperaturas podrían ser más altas.

Un Clic que salva vidas

Se espera que al menos un año entre 2025 y 2029 supere al 2024 como el más cálido registrado, y la probabilidad de que al menos un año sobrepase el umbral de 1,5 °C de calentamiento preindustrial es del 86%.

Del 10 al 21 de noviembre se llevará en Belém do Pará, en el corazón de la Amazonia de Brasil, la COP 30, Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climatico. A tres décadas de la primera Cumbre del Clima y a 10 años de haberse firmado el Acuerdo de París, este encuentro pondrá el foco en el financiamiento climático y el rol de América Latina, la adaptación al cambio climático, la transición energética y una nueva geopolítica del clima.

Cambio Climático y Acuerdo de París

En este marco, la delegación Argentina, que protagonizara un antológico papelón en la anterior cumbre climática cuando el presidente Javier Milei ordenó retirar a la delegación oficial, plantea una verdadera incógnita.
Sin una postura definida, “Argentina llega a esta cumbre con más interrogantes que certezas sobre su rumbo climático”, analizó Camila Mercure, coordinadora del área de Política Climática de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Si bien el país mantiene compromisos internacionales como el Acuerdo de París y sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas, la implementación de sus metas muestra un fuerte retroceso.
“Desde diciembre de 2023, el gobierno nacional implementó recortes presupuestarios de hasta un 80% en áreas ambientales; paralizó programas clave, interrumpió las acciones de adaptación e impuso un discurso negacionista de la crisis climática, debilitando la credibilidad internacional del país”, sostuvo Mercure.

Más del 70% de los objetivos climáticos asumidos por la Argentina al 2030 están lejos de cumplirse. Se evaluaron más de 100 objetivos climáticos, el cual mostro que hay un 11% sin información, 17% son imposibles de cumplir en el plazo establecido, 20% no registraron avances en los últimos cinco años, 36% muestran un avance leve, 10% un avance moderado, y solo 6% están en vías de cumplirse en los próximos cuatro años.
“El retraso en las medidas de adaptación agrava las pérdidas por eventos extremos, los daños a la infraestructura y a las cadenas de suministro, eleva costos de seguros, afecta la salud y la productividad, y tensiona la seguridad hídrica y alimentaria”, expreso Mariano Villares, cofundador de Sustentabilidad Sin Fronteras (SSF).

Este año, el cambio climático en Argentina se ha manifestado con temperaturas medias más altas de lo normal, especialmente en el centro y sur del país, y con fenómenos meteorológicos extremos como el calor intenso y las inundaciones. Si bien el calentamiento en Argentina ha sido históricamente menor que el promedio global debido a su geografía, el aumento de 1,13°C respecto a 1940-1969 es significativo para los ecosistemas, la agricultura y la vida cotidiana. Además, el país ha experimentado eventos extremos como el temporal en Bahía Blanca y el fenómeno de calor en Córdoba, que son consistentes con las proyecciones del calentamiento global.

Para minimizar el cambio climático en el país, es imprescindible que se adopten decisiones políticas y técnicas, lo más rápido posible, para disminuir los índices de contaminación, se debe impulsar una transición energética hacia fuentes renovables, mejorar la eficiencia energética en todos los sectores, promover transportes sostenibles y proteger/restaurar ecosistemas como los bosques y humedales. A nivel individual, es crucial reducir el consumo, reciclar, y tomar decisiones que impliquen menor huella de carbono, como una dieta más vegetal y optimizar el uso de recursos como el agua y la energía.

Luchar contra el cambio climático nos permitirá poner por delante el bienestar de las personas al garantizar el derecho a un ambiente saludable. A su vez esto nos dará la oportunidad de mejorar los derechos posibilitando el acceso de más personas a recursos energéticos más limpios y más baratos y crear oportunidades de empleo en sectores nuevos.
Si la Tierra está molesta, cada vez más enojada, es por culpa de todos. Cada vez le hacemos más daño. Y cuando la culpa es de todos, no significa que ella no sea de nadie en particular. Es de cada uno, según su grado de responsabilidad.

Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

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