El Gobierno acordó nuevos aumentos en los Precios Justos y para evitar posibles desbordes, autorizan subas graduales de entre 13% y 20% hasta el 4 de diciembre.
En el primer día hábil después del triunfo de Javier Milei en el balotaje, los supermercados advirtieron que les llegaron nuevas listas de precios con fuertes aumentos, llegando hasta un 50% en productos básicos.Desde la Secretaría de Comercio, dirigida por Matías Tombolini, convocó de urgencia a proveedores, mayoristas y cadenas para recordar la vigencia del programa Precios Justos hasta el 10 de diciembre, y para subrayar que “no hay ningún motivo para la corrida”.
De todos modos, con el objetivo de evitar desbordes, Tombolini autorizó subas mayores al 5% mensual, estableciendo un esquema gradual. De esta manera, se autorizará un 5% a partir de este martes y otro 8% el 4 de diciembre para productos básicos. Para el resto del surtido, se permite un 12% ahora y otro 8% a principios del próximo mes. A esto se suma el 5% que ya está en vigor desde el 1 de noviembre.
Las cadenas de supermercados señalaron que recibieron listas con incrementos de entre 9% y 50% en productos de consumo básico de diversas marcas líderes, lo que llevó a la suspensión inmediata de las entregas de mercadería. Tombolini, en una reunión virtual, les notificó sobre el descongelamiento parcial y las subas autorizadas que regirán hasta el recambio presidencial.
Según fuentes del sector privado, el secretario de comercio y alfil del ministro de Economía Sergio Massa, había acordado a fin de mes mantener el “sendero de precios” del 5% hasta el 21 de noviembre, con la posibilidad de revisar ese porcentaje para el resto del año. Este pedido surge debido a los problemas de abastecimiento que ya experimentaba Precios Justos en varias categorías.
Este último acuerdo se logró con muchas dificultades. Incluso muchas empresas acordaron de palabra y eludieron el compromiso de firmarlo. Los proveedores elevaban sus quejas por el retraso de precios frente a la escalada inflacionaria de agosto (12,3%), septiembre (12,7%) y octubre (8,4%).
“Hay una serie de reuniones con empresas para tener información directa y para relevar cómo está el tema de abastecimiento y de precios. La prioridad es cuidar que el producto esté en góndola. La intención es escuchar cuál es la situación real, para evitar una situación de corrida y que la transición sea lo más ordenada posible. Porque no hay elementos, ni subas salariales ni del dólar, ni nada que justifique aumentos del 40%”, reveló una fuente oficial en diálogo con los medios.
“Se nos pidió que no se aceptaran subas desmedidas y sin ninguna aprobación por parte de la Secretaría de Comercio. De todos modos, a esta altura y en este contexto hay muchas dudas sobre el nivel de autoridad que tienen para presionar sobre los precios”, razonó en voz alta una fuente de una cadena líder. De hecho, la gran mayoría de las empresas líderes del sector acordaron de palabra, rechazaron firmarlo por consejo de sus áreas legales para no quedar expuestos a eventuales juicios en el fuero tributario penal.
El programa Precios Justos, continuación del plan antinflacionario de Sergio Massa, abarca a 330 compañías y 50,000 productos en diversos rubros, como consumo masivo (alimentos, bebidas, tocador y limpieza), indumentaria, calzado, electrónicos, motos, insumos industriales y materiales para la construcción.
Los supermercados, como principales actores, se comprometieron a no aceptar aumentos por encima de la pauta oficial. De allí la falta de muchas marcas líderes y de segundas marcas en las góndolas del canal que hoy concentra el 40% de las ventas de artículos básicos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza).
No obstante, según las cadenas, en los últimos 12 meses se “relanzaron ”8.000 productos para evitar los controles de la Secretaría de Comercio. Una cifra absolutamente ilógica incluso para una economía floreciente. Mucho menos para la crisis que atraviesa la Argentina. Un artículo “nuevo” zafa del control porque no registra precios anteriores. El valor inicial lo establece libremente el fabricante, sin necesidad de violar ningún acuerdo preestablecido.