El diario
La Provincia de Buenos Aires confirmó que a partir del 1 de noviembre comenzará a retener el impuesto de Ingresos Brutos a quienes cobren mediante billeteras virtuales.
La medida alcanzará a 700 mil contribuyentes bonaerenses, entre personas físicas y jurídicas, que no están dentro del Régimen Simplificado de Ingresos Brutos.
Una decisión que impacta en 700 mil contribuyentes
Según la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), actualmente hay 2 millones de contribuyentes registrados en Ingresos Brutos. De ese total, 1,3 millones están encuadrados en el Régimen Simplificado, un sistema que integra el Monotributo nacional con el tributo provincial, y que evita la presentación de declaraciones juradas.
Estos contribuyentes no sufrirán cambios en su esquema de cobro, ya que no se les aplicarán retenciones en billeteras digitales. En cambio, los 700 mil restantes, que declaran por régimen general o están dentro del Convenio Multilateral, sí verán retenido el impuesto cuando reciban dinero en sus cuentas de pago.
La medida llega tras la adhesión de Buenos Aires al Sistema Informático de Recaudación y Control de Acreditaciones en Cuentas de Pago (SIRCUPA), que unifica la información y los mecanismos de recaudación entre las provincias. Ya son 20 distritos los que aplican esta modalidad.
De esta manera, un comercio, un profesional independiente o un cuentapropista que cobre a través de una billetera virtual será alcanzado por las mismas retenciones de Ingresos Brutos que hoy se aplican cuando el pago ingresa en una cuenta bancaria.
La alternativa del Régimen Simplificado
La única forma de evitar estas retenciones será inscribirse en el Régimen Simplificado de Ingresos Brutos. Para hacerlo, los contribuyentes deberán cumplir con tres requisitos:
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Tener domicilio fiscal en la provincia de Buenos Aires.
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Estar anotados en cualquier categoría de Monotributo.
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Ser contribuyentes de Ingresos Brutos.
Un paso en la digitalización tributaria
Con esta decisión, la Provincia busca ampliar la base de recaudación de Ingresos Brutos y equiparar el tratamiento fiscal de las operaciones digitales con el de las tradicionales. El avance del uso de billeteras virtuales en comercios y servicios impulsó esta medida, que genera debate en el sector empresarial y profesional por su impacto directo en la rentabilidad de pequeños contribuyentes.
