La Plata será el epicentro de un acontecimiento político clave el próximo 10 de marzo de 2025, cuando el PRO y la UCR encabecen una megacumbre que reunirá a cerca de 500 dirigentes de ambos partidos,
Será un nuevo intento por consolidar una alternativa al gobernador bonaerense Axel Kicillof. Este encuentro, que no se presenta como un regreso ni una reconciliación, sino como un “punto cero” para relanzar su alianza, busca mostrar el poder territorial de estas fuerzas en la provincia de Buenos Aires, marcando distancia del gobierno nacional de Javier Milei.
La megacumbre, organizada por el exintendente platense Julio Garro, se llevará a cabo en el complejo Howard Johnson, a las afueras de la capital bonaerense. El evento promete ser un despliegue de fuerza de dos partidos que, tras cinco elecciones como socios bajo el paraguas de Juntos por el Cambio (JxC), buscan reeditar una coalición que se fracturó tras la derrota electoral de 2023. Sin embargo, esta vez el objetivo es claro: posicionarse como una opción de centro frente al kirchnerismo, pero sin acercarse al oficialismo libertario.
Una megacumbre con tres ejes y un mensaje político
El encuentro girará en torno a tres temas centrales que reflejan las preocupaciones de la provincia: infraestructura, salud y seguridad.
Las mesas de debate, organizadas en formato conversatorio, contarán con la participación de intendentes, legisladores y especialistas de ambos partidos. Según fuentes consultadas, la asistencia será masiva: estarán presentes casi la totalidad de las figuras del PRO liderado por Cristian Ritondo y de la UCR encabezada por Maximiliano Abad. Sin embargo, el radicalismo disidente, alineado con Facundo Manes y Martín Lousteau, no formará parte de esta iniciativa.
La megacumbre no solo busca visibilizar la estructura electoral de estas fuerzas, sino también enviar un mensaje al electorado bonaerense: hay una alternativa viable frente a la gestión de Kicillof y al rumbo de Milei. “Es un nuevo camino, el punto cero”, aseguró una fuente radical de peso, quien subrayó la urgencia de ofrecer algo “nuevo” frente al kirchnerismo y a la administración libertaria.
El PRO: territorialidad como respuesta a Milei
El PRO llega a esta megacumbre tras un año de desencuentros con La Libertad Avanza (LLA), el espacio de Javier Milei. Luego de intentar una convergencia con los libertarios de cara a las elecciones legislativas de 2025, el partido conducido en la provincia por Ritondo decidió replegarse hacia su fortaleza histórica: la territorialidad. La apuesta es clara: mostrar músculo político con una estructura que incluye intendencias, legisladores y una base electoral consolidada.
Entre las figuras confirmadas del PRO destacan nombres como Néstor Grindetti, quien dejó el gobierno porteño de Jorge Macri para sumarse al armado bonaerense, Diego Santilli, y referentes como Soledad Martínez (Vicente López) y Pablo Petrecca (Junín). Sin embargo, hay dudas sobre la presencia de Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), quien ha mostrado acercamientos a LLA, y Ramón Lanús (San Isidro), cercano a Patricia Bullrich. El resto de la tropa legislativa nacional y provincial del partido estará presente, reforzando la idea de unidad interna.
El corte de diálogo entre Milei y Mauricio Macri, líder histórico del PRO, fue el detonante para este giro estratégico. La “aventura libertaria” no dio los frutos esperados, y ahora el partido busca recuperar protagonismo con una alianza que conoce bien: la UCR.
La UCR: un “punto cero” con vocación de apertura
Para la UCR, la megacumbre representa una oportunidad de relanzamiento. “La provincia necesita algo nuevo”, afirmó un dirigente radical, destacando que el frente se construirá frente al kirchnerismo de Kicillof y Cristina Kirchner, pero también como una alternativa equidistante de Milei. El radicalismo bonaerense, liderado por Abad, apuesta a un esquema de centro que no solo incluya a sus intendentes y legisladores, sino que también abra la puerta a sectores del peronismo no kirchnerista y otros espacios moderados en los próximos meses.
La asistencia de la UCR será robusta, con representantes de intendencias, el Congreso, la Legislatura y Consejos Deliberantes de toda la provincia. Este “punto cero” no solo busca recomponer la relación con el PRO, sino también sentar las bases de una coalición más amplia que pueda competir en 2025.
¿Quiénes estarán y quiénes no? La definición de un nuevo frente
La megacumbre de La Plata marcará el inicio formal de un acuerdo que lleva semanas gestándose. Aunque el PRO y la UCR comparten una historia reciente, los organizadores insisten en que no se trata de una mera reedición de JxC, sino de un proyecto con vocación de apertura. La Coalición Cívica, por ejemplo, fue invitada, aunque su participación aún es incierta debido a debates internos en la Ciudad de Buenos Aires. También hay un guiño a dirigentes de ambos partidos que coquetearon con LLA, con un mensaje implícito: estar en la cumbre será un compromiso con este nuevo frente; no estar, una señal de alejamiento.
El respaldo de figuras como Macri, Ritondo, Abad y el regreso de Grindetti al armado provincial dan sustento a esta iniciativa. “Hay optimismo porque ahora hay algo concreto, con sustancia”, coincidieron fuentes de ambos espacios. La megacumbre no solo será un evento de planificación legislativa, sino también el puntapié de un camino que buscará tensiones, acuerdos y, sobre todo, una identidad propia frente a los extremos del kirchnerismo y el libertarismo.
Una megacumbre con vistas al futuro
El 10 de marzo, La Plata será testigo de un movimiento político que intentará cambiar el tablero bonaerense. La megacumbre del PRO y la UCR no solo pondrá en escena a 500 dirigentes, sino que también marcará el inicio de una etapa que, desde el “punto cero”, buscará consolidar una alternativa de centro en la provincia más poblada del país. Con Kicillof como adversario principal y Milei como referencia a evitar, este frente promete dar que hablar en los meses previos a las elecciones legislativas de 2025.