El Frente Sindical de Universidades Nacionales confirmó un paro de 48 horas para los días 17 y 18 de marzo por mejoras salariales y en rechazo al “desfinanciamiento” de las instituciones de educación superior.
La medida de fuerza, anunciada en conferencia de prensa en la sede de CONADU, pone de manifiesto el creciente conflicto entre los gremios universitarios y el Gobierno.
Un sistema universitario en riesgo
Los gremios denunciaron que el sistema universitario se encuentra en una situación crítica debido a un presupuesto prorrogado y la falta de diálogo con el Gobierno nacional. Norberto Heyaca, secretario general de FAGDUT, advirtió que el problema trasciende lo salarial y afecta la educación pública en su conjunto: “Aquí está en juego algo más que el salario de los docentes universitarios, está en juego la república”, afirmó.
Uno de los principales reclamos de los sindicatos es la pérdida del poder adquisitivo de los docentes. Según las estimaciones gremiales, los aumentos otorgados en enero (1,5%) y febrero (1,2%) resultaron insuficientes frente a la inflación, generando una caída acumulada del salario que equivale a la pérdida de cuatro sueldos en el último año.
Falta de negociación y precarización docente
Otro punto de conflicto es la falta de convocatoria a una mesa de negociación salarial. Heyaca subrayó la dificultad de sostener la educación universitaria en estas condiciones: “Se está arriesgando el futuro de nuestra juventud, porque muchos docentes han dejado la universidad debido a la imposibilidad de llegar a fin de mes”. Además, alertó sobre la dificultad para atraer nuevos docentes, ya que los salarios actuales no son competitivos y fomentan la precarización del sector.
El impacto del paro de 48 horas se hará sentir en múltiples universidades y facultades del país, incluyendo las 30 regionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) la Universidad Nacional de Luján (UNLu) y sus sedes regionales además del Instituto Nacional Superior del Profesorado Técnico entre otros. La medida llega poco después de que el Gobierno anunciara un acuerdo de actualización del 270% en los gastos de funcionamiento universitario, sin contemplar mejoras salariales para los docentes.
Un conflicto que se profundiza
Este nuevo paro se suma a una serie de huelgas y manifestaciones en defensa de la educación pública a lo largo de 2024. Entre los antecedentes más relevantes se encuentra la multitudinaria Marcha Federal Universitaria del 23 de abril y los paros de junio y agosto, en los que los gremios denunciaron una pérdida del 42% del poder adquisitivo desde diciembre.
Federico Montero, representante de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), remarcó que el problema presupuestario no es coyuntural, sino una decisión política del Gobierno: “Las universidades no tienen presupuesto porque el Gobierno nacional decidió no debatirlo en el Congreso”. En consecuencia, las instituciones operan con una prórroga del presupuesto anterior, lo que perpetúa el déficit y limita su capacidad operativa.
Un historial de protestas y falta de respuestas
El conflicto entre las universidades y el Gobierno se ha intensificado en los últimos meses. En junio, los gremios convocaron a un paro de 48 horas tras denunciar la pérdida de casi la mitad del poder adquisitivo de los salarios desde diciembre. La medida fue precedida por el acuerdo entre rectores y el Gobierno para incrementar los gastos de funcionamiento de las universidades en un 270%, pero sin incluir mejoras salariales, lo que desató nuevas protestas.
En agosto, los docentes universitarios endurecieron su postura con un paro de 72 horas del 12 al 14 de ese mes, seguido de una nueva medida de fuerza los días 20 y 21 de agosto. Estas acciones evidencian la persistencia del reclamo en un contexto de creciente tensión y falta de soluciones concretas por parte del Ejecutivo.
Un futuro incierto para las universidades
El panorama para las universidades públicas en Argentina sigue siendo incierto. Con el nuevo paro del 17 y 18 de marzo, los sindicatos buscan presionar al Gobierno para que reabra la negociación salarial y garantice un financiamiento adecuado para las instituciones de educación superior. Sin avances en la paritaria, el Frente Sindical de Universidades Nacionales ya anticipó la continuidad del plan de lucha, dejando en claro que la crisis universitaria está lejos de resolverse.
A medida que el conflicto se intensifica, la comunidad educativa y los estudiantes se ven directamente afectados, poniendo en riesgo el normal desarrollo de la enseñanza y la investigación en el país. Las universidades se mantienen firmes en su reclamo, mientras el Gobierno aún no da señales de una solución definitiva.