La lucha contra el narcotráfico volvió a tener un capítulo clave en Luján con dos operativos que permitieron desarticular puntos de venta de drogas en Open Door y Villa del Parque, dos barrios golpeados por el avance del narcomenudeo.
El primero de los procedimientos se llevó a cabo el miércoles en el barrio Luchetti, Open Door, donde la Policía allanó una vivienda precaria en la esquina de Chaco y Pedro Goyena. Allí fue detenida Ana L., acusada de manejar un kiosco de droga desde su propia casa. En el lugar convivía con su pareja —consumidor habitual— y sus dos hijas adolescentes, que según los vecinos no estaban involucradas en la actividad ilícita.
La investigación, que incluyó seguimientos, fotografías y testimonios, permitió confirmar la venta de cocaína y marihuana. Durante el allanamiento, los efectivos secuestraron dosis listas para la comercialización, dinero en efectivo, celulares y elementos de fraccionamiento. La mujer quedó detenida por infracción a la Ley 23.737, mientras que su pareja y otro hombre presente en la casa también fueron procesados.
Este caso expuso una problemática creciente: en lo que va del año, ya son cuatro los operativos contra el narcotráfico en Luchetti, y en tres de ellos las responsables eran mujeres utilizadas como pantalla de redes más amplias.
El “Puente Amarillo”, otro enclave del narcomenudeo
El sábado 16 de agosto, la Delegación Departamental de Investigaciones de Drogas Ilícitas Mercedes, junto a la Subsecretaría de Seguridad municipal, llevó adelante un amplio operativo en Villa del Parque, otro de los sectores más castigados por el avance del narcotráfico.
El epicentro de la investigación fue el conocido “Puente Amarillo”, una pasarela peatonal sobre el arroyo Lanusse que se había transformado en un punto estratégico para la venta de drogas. Tras meses de trabajo, la Justicia ordenó cuatro allanamientos simultáneos que derivaron en la detención de seis personas —cuatro hombres y dos mujeres— acusadas de integrar la red de narcomenudeo.
En los procedimientos se secuestraron 300 dosis de cocaína listas para la venta, dinero en efectivo, celulares y tres armas de fuego, dos de ellas con numeración limada, lo que refuerza la hipótesis de un entramado delictivo con acceso a armamento ilegal.
Además, fue detenido un hombre que cumplía funciones de “soldadito” y que tenía pedido de captura vigente por robo, lesiones y amenazas.
Una postal repetida
Aunque los operativos fueron considerados exitosos, lo preocupante es la reiteración de escenarios similares. En ambos barrios, los vecinos habían denunciado previamente el movimiento constante y los disturbios asociados al negocio de la droga. Cada allanamiento genera alivio momentáneo, pero el problema estructural del narcotráfico —alimentado por la vulnerabilidad social y la falta de contención estatal— sigue intacto.
La Justicia y las fuerzas de seguridad mantienen las investigaciones abiertas, mientras en los barrios persiste la pregunta que atraviesa a los vecinos: ¿hasta cuándo?