El Concejo Deliberante de Luján dio un paso clave para la preservación de uno de los sitios más emblemáticos de la historia local: la vivienda de la familia Ameghino, ubicada en la esquina de las calles Dr. Muñiz y Colón.
Mediante una ordenanza aprobada por unanimidad, el cuerpo deliberativo declaró el inmueble de utilidad pública y sujeto a expropiación, atendiendo un reclamo histórico de la Junta Municipal de Estudios Históricos, que desde hace décadas impulsa su recuperación.
La iniciativa, que obtuvo despacho favorable en las comisiones de Legislación y Urbanismo, busca resguardar una propiedad con profundo valor arquitectónico, cultural y científico. La familia Ameghino, reconocida mundialmente por el aporte de sus integrantes a la paleontología y las ciencias naturales, residió allí antes de instalarse en la casa de Las Heras 466, donde hoy funciona el Museo Municipal Ameghino Marín.
Una esquina con historia
La vivienda, construida por José María Guillermón, fue en sus primeros años una pulpería, hasta que en 1869 pasó a manos de Antonio Ameghino, patriarca de la familia llegada desde Italia. Desde entonces, el lugar no solo funcionó como almacén, sino también como un verdadero laboratorio familiar. En el altillo de la casa, Carlos y Florentino Ameghino clasificaban los fósiles hallados en sus exploraciones por las márgenes del río Luján, dando origen a una tradición científica que marcó a la ciudad.
Además, la propiedad posee una particularidad urbanística: es una de las dos esquinas de Luján —junto con la llamada Casa del Virrey— que no posee ochava, conservando un ángulo recto de noventa grados. “La esquina sin ochava nos remite al decreto firmado durante el mandato de Bernardino Rivadavia en 1821, que estableció la obligatoriedad de construirlas para mejorar la visibilidad”, explicaron desde la Junta Municipal.
Medio siglo de reclamos por la Casa Ameghino
El intento por recuperar la vivienda no es nuevo. En 1974, la Junta Municipal de Estudios Históricos ya había promovido una ordenanza de expropiación, aunque la medida nunca se concretó. “Este es un tema de más de 50 años. Si el Estado no insiste, los ocupantes podrían obtener la posesión definitiva”, advirtió Javier Casset, integrante de la Junta.
La historia de la propiedad también refleja el paso del tiempo. Tras la partida de Carlos Ameghino, la casa fue alquilada y, en 1938, pasó a manos de su viuda. Ninguno de los tres hermanos Ameghino tuvo descendencia directa, por lo que el inmueble fue habitado por diversas familias hasta hoy.
“Creemos que este es un buen ejemplo de preservación patrimonial, de la memoria colectiva de Luján, y un homenaje a la familia Ameghino”, agregó Casset.
Valor patrimonial y educativo
Durante la sesión, el historiador Claudio Tuis, también miembro de la Junta, recordó que Luján ya cuenta con una ordenanza que la declara Cuna de la Paleontología Argentina. “Este paso refuerza esa identidad y pone en valor la historia científica que nació en nuestra ciudad”, afirmó.
Tuis destacó además la importancia de transmitir ese legado. En el Museo de la Ciudad se iniciaron cursos de Historia Argentina destinados al personal del Estacionamiento Medido, quienes son los primeros en tener contacto con los visitantes. “Ahora podrán contarles sobre la historia de Luján y su relación con los Ameghino”, dijo.
Sin embargo, aprovechó para plantear una deuda pendiente: “Les decimos a los empleados que inviten a los turistas a conocer la Basílica, el Museo Udaondo y la Casa Ameghino. Pero los fines de semana está cerrada”.
La ciudad, cuna de la paleontología argentina
El vínculo entre Luján y la ciencia se remonta a 1785, cuando se hallaron restos fósiles de un megaterio, el animal prehistórico que hizo célebre a la ciudad antes incluso de la llegada de la Virgen. “El Padre Salvaire quiso conocer uno y un francés le dijo: ‘Ustedes deberían ser la capital de la Geología de América Latina’”, contó Tuis, evocando la fascinación que el hallazgo generó entre los primeros investigadores.
La importancia de la familia Ameghino fue reconocida oficialmente en 1982, cuando el Poder Ejecutivo Nacional, mediante el Decreto N° 1118, declaró lugares históricos nacionales los solares donde se emplazan las viviendas de los científicos en la calle Las Heras y en la esquina de Colón y Dr. Muñiz.
Un paso hacia la preservación
La nueva ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante representa un avance concreto para garantizar la preservación del patrimonio histórico de Luján. Con la futura expropiación, se busca restaurar la Casa Ameghino y abrirla al público, integrándola al circuito cultural y educativo de la ciudad.
“Sería importante concretarlo de una vez por todas”, insistió Tuis. La frase resume el sentimiento compartido por los historiadores locales: recuperar la Casa Ameghino no solo es un acto de justicia patrimonial, sino también una forma de honrar la memoria de una familia que puso el nombre de Luján en la historia científica del mundo.