El Consejo Agroindustrial Argentino elevó al Senado una propuesta para modificar el RIMI y evitar que sectores clave queden fuera del esquema de promoción productiva.
El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que nuclea a 63 cámaras y 36 cadenas de valor responsables de más de la mitad de las exportaciones del país, presentó formalmente ante los Jefes de Bloque del Senado de la Nación una propuesta de modificación al Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI), incluido en el Proyecto de Ley de Modernización Laboral.
La iniciativa apunta a corregir una serie de exclusiones que, según advierten desde el sector, dejarían afuera a un amplio universo de empresas agropecuarias y agroindustriales, atentando contra el carácter federal del régimen y limitando su impacto en la generación de empleo y nuevas inversiones productivas.
RIMI y el reclamo del sector agroindustrial
Desde el CAA alertaron que, tal como está redactado actualmente el proyecto, un porcentaje significativo de las inversiones vinculadas a las economías regionales no podría acceder a los beneficios del RIMI. Esto afectaría de manera directa a actividades estratégicas que dinamizan el interior del país y sostienen miles de puestos de trabajo.
Entre los sectores potencialmente excluidos se encuentran bodegas, plantas de procesamiento de alimentos y bebidas, establecimientos de tratamiento y acondicionamiento de semillas, frutas y legumbres, molinos y fábricas de molienda de girasol, así como la industria de maquinaria agrícola. Para el Consejo, se trata de rubros clave que impulsan el valor agregado, la exportación y el desarrollo territorial.
El documento presentado al Senado señala que el actual Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) ya excluye a las inversiones agroindustriales, dejando fuera del marco de promoción a actividades que representan aproximadamente el 18% del Producto Bruto Interno y el 65% de las inversiones productivas anuales del país.
En ese contexto, limitar el alcance del RIMI exclusivamente a pequeñas y medianas empresas implicaría repetir un esquema de exclusión, ahora aplicado a las inversiones de escala media, que son habituales en el entramado agroindustrial argentino.
Propuestas técnicas para ampliar el alcance
La propuesta del Consejo Agroindustrial se concentra en la modificación puntual de los artículos 175 y 177 del proyecto de ley. Entre los principales cambios sugeridos se destacan dos ejes centrales.
Por un lado, se propone eliminar las restricciones que limitan el acceso al régimen únicamente a micro, pequeñas o medianas empresas del Tramo 2, permitiendo que cualquier empresa agropecuaria o agroindustrial pueda aplicar, siempre que realice inversiones productivas significativas.
Por otro lado, se plantea incorporar una nueva categoría destinada a empresas que no encuadren como PYMEs, estableciendo un monto mínimo de inversión de 30 millones de dólares para acceder a los beneficios previstos en el RIMI. De esta manera, se busca contemplar proyectos de mayor escala que generan empleo, innovación y desarrollo regional.
Consenso previo y mirada federal
Desde el CAA subrayaron que estas modificaciones no constituyen un planteo aislado, sino que ya contaban con consenso del Poder Ejecutivo y habían sido incorporadas en proyectos legislativos debatidos durante 2024. En ese sentido, remarcaron la importancia de retomar ese espíritu de acuerdo para fortalecer una ley que promueva efectivamente la inversión productiva.
Finalmente, la entidad solicitó avanzar con sesiones informativas en el ámbito del Senado, con participación de cámaras empresariales de distintas provincias, para garantizar que el régimen tenga un verdadero alcance federal y se convierta en una herramienta concreta para impulsar la producción, las exportaciones y el empleo en todo el país.
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