El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se reunió el pasado viernes en San Fernando con Sergio Massa, donde sellaron un nuevo acuerdo electoral.
Un Encuentro Estratégico en San Fernando
La reunión contó con la presencia de destacados miembros del Frente Renovador, como Malena Galmarini, ex titular de AySA y referente en el norte del AMBA; Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia y dirigente peronista de San Isidro; así como intendentes y legisladores del espacio. Del lado de Kicillof, lo acompañaron importantes figuras de su gabinete, como Carlos Bianco, ministro de Gobierno; Cristina Álvarez Rodríguez, Jefa de Asesores; Agustina Vila, Secretaria General de la Gobernación; y Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad.
Este encuentro marca un hito en la relación entre Kicillof y Massa, quienes, con intereses compartidos y ciertas diferencias de enfoque, buscan delinear una estrategia que asegure la continuidad de Unión por la Patria en el poder. La cita tuvo lugar en un clima cordial y con un objetivo claro: construir un frente común ante el avance de la derecha.
El Contexto Político: Milei como Principal Adversario
Uno de los puntos de consenso durante el encuentro fue la definición de un adversario político en común: Javier Milei, quien representa una amenaza tangible no solo para el Frente de Todos sino para el proyecto político de Kicillof y Massa en la provincia de Buenos Aires. En palabras de un funcionario presente, “se trató de un mitin que giró por la senda de la construcción, sabiendo que el enemigo político y del pueblo tiene nombre y apellido”.
La figura de Milei ha cobrado relevancia en los últimos años como el principal exponente de una derecha disruptiva y crítica del Estado. Esto ha obligado a Kicillof y al Frente Renovador a replantearse sus estrategias, conscientes de que una división interna podría facilitar el ascenso de esta corriente política en el territorio bonaerense.
La Unidad en Tiempos de Desafíos para Kicillof
Aunque la reunión se enfocó en establecer una hoja de ruta para las próximas elecciones, las definiciones concretas sobre la estrategia electoral quedaron pendientes. Fuentes cercanas señalaron que “se conversó sobre cómo se va a encarar la elección del año que viene, aunque sin definiciones concretas”. No obstante, hubo consenso en un punto clave: la unidad debe prevalecer sobre los intereses personales de cada dirigente, en especial cuando se enfrentan a un adversario político fuerte y bien posicionado.
La voluntad de unidad de los presentes también refleja la complejidad de coordinar intereses en un territorio tan vasto y diverso como la provincia de Buenos Aires, donde los problemas y demandas varían significativamente de un municipio a otro. Durante el encuentro, los intendentes tuvieron la oportunidad de expresar las necesidades específicas de sus distritos, lo que subraya el desafío de Kicillof y Massa de consolidar un frente que logre integrar estas realidades distintas.
Tensión en la Legislatura: El Rol del Frente Renovador
Otro tema de conversación fue el papel del Frente Renovador en la Legislatura bonaerense, donde las tensiones entre La Cámpora y el sector alineado con Kicillof a menudo generan fricciones que dificultan la gestión. Massa aprovechó el encuentro para enfatizar que sus legisladores apoyarán al Ejecutivo provincial siempre que sus demandas y las de los intendentes sean escuchadas.
En los últimos tiempos, ha habido momentos de desacuerdo entre el kicillofismo y el massismo en la Legislatura. Un ejemplo reciente fue cuando los legisladores del Frente Renovador decidieron no asistir a una sesión en la Cámara de Diputados como señal de protesta por la falta de respuesta a demandas relacionadas con IOMA e IPS, instituciones clave para los trabajadores de la provincia. Este tipo de acciones demuestra que la unidad entre ambos sectores, aunque fundamental, no siempre es fácil de mantener y requiere un esfuerzo constante de negociación y concesión mutua.
Un Pacto para 2025 y Más Allá
El encuentro en San Fernando culminó con una intención clara: consolidar la alianza de cara a las elecciones de 2025 y, a largo plazo, trabajar para una posible vuelta en 2027. Este pacto no solo representa una estrategia electoral, sino también una visión compartida de la dirección que debería tomar la provincia y el país. Tanto Kicillof como Massa son conscientes de que, en el contexto actual, cualquier división podría ser aprovechada por la oposición, especialmente por figuras como Milei que buscan desmantelar las políticas sociales y económicas promovidas por Unión por la Patria.
Para Kicillof, este acuerdo es clave para fortalecer su gestión, que se ha centrado en defender los intereses de la provincia frente a los desafíos económicos y sociales derivados de la pandemia y la crisis económica nacional. Al mismo tiempo, Massa ve en esta alianza una oportunidad para consolidar su espacio dentro del Frente de Todos y reafirmar el rol del Frente Renovador como un actor fundamental en el entramado político bonaerense.