Rutas clave hacia la Costa Atlántica cuentan con más de 70 cámaras de fotomultas con control de velocidad. Autoridades recuerdan límites vigentes, sanciones económicas y refuerzan operativos viales durante el verano.
Antes de emprender el viaje, los conductores no solo deben verificar el estado mecánico del vehículo y la documentación obligatoria, sino también informarse sobre los tramos controlados, las velocidades permitidas y la ubicación de los radares, todos los cuales deben estar debidamente señalizados.
Rutas clave y controles de velocidad
Quienes eligen la Costa Atlántica como destino saben que estos corredores constituyen la columna vertebral del tránsito turístico. En ellos, las velocidades máximas habilitadas varían entre 60 y 130 kilómetros por hora, según el tramo, la cercanía a zonas urbanas y las condiciones de la traza.
Actualmente, se encuentran instalados 48 radares en la ruta 2, 11 en la ruta 11, 5 en la ruta 63, 6 en la ruta 74 y otros dispositivos en rutas complementarias. Estos sistemas registran automáticamente las infracciones por exceso de velocidad y generan sanciones económicas (fotomultas) para los conductores que incumplen la normativa.
Fotomultas y puntos críticos de siniestralidad
Desde la Cámara de Empresas de Software Vial (Cecaitra), explicaron que la ubicación de los radares no es aleatoria. Según señaló su vocero, Facundo Jaime, los dispositivos se colocan en los denominados “puntos negros”, es decir, tramos donde históricamente se registra una mayor cantidad de accidentes.
La definición de estos lugares surge de un análisis técnico que incluye estadísticas oficiales de siniestralidad, ingresos hospitalarios, características de la calzada, visibilidad, curvas cercanas y sentidos de circulación. A partir de ese relevamiento, se eleva un informe al Estado, que autoriza la instalación de los cinemómetros.
La situación particular en Dolores
Un escenario especial se presenta en el partido de Dolores, sobre las rutas 2 y 63. Allí, si bien las cámaras están instaladas y cuentan con habilitación provincial, podrían no generar infracciones al inicio de la temporada.
Desde Cecaitra indicaron que el municipio rescindió el contrato en mayo y contrató directamente a otra empresa para la radarización. El Ministerio de Transporte bonaerense confirmó el cambio de prestador, aunque aclaró que, además de la habilitación provincial, los radares deben contar con supervisión del INTI y la Dirección Nacional de Seguridad Vial, trámites que podrían demorar su puesta en funcionamiento plena.
Operativos viales y controles complementarios
El control en las rutas no se limita a los radares fijos. Durante el verano, la Provincia despliega el Operativo Sol a Sol, que incluye controles diarios de tránsito, documentación y alcoholemia, además de operativos especiales durante fines de semana, recambios turísticos y horarios nocturnos.
En este marco, se incorporaron radares móviles y nuevas tecnologías capaces de detectar infracciones dentro del vehículo, como el uso del celular al volante, una de las faltas más frecuentes en temporada alta que disparan las fotomultas .
Multas, valores y documentación obligatoria
Las infracciones se calculan en Unidades Fijas (UF), cuyo valor actual es de 1.711 pesos. Exceder la velocidad permitida puede implicar multas de entre 215.250 y 1.711.000 pesos, mientras que negarse o dar positivo en un control de alcoholemia puede alcanzar sanciones superiores a los 2 millones de pesos.
Otras faltas comunes, como circular sin cinturón de seguridad, con la VTV vencida o usar el celular al conducir, también conllevan multas significativas.
La Ley Nacional de Tránsito establece la obligatoriedad de portar licencia de conducir vigente, DNI, cédula del vehículo, comprobante de seguro —en formato físico o digital— y la correspondiente VTV o RTO. Cumplir con estas exigencias y respetar las normas viales es clave para un viaje seguro y sin contratiempos rumbo a la Costa Atlántica.
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