La ciudad bonaerense alcanzó los 487,22 metros y volvió a liderar el ranking global con un embutido elaborado por productores locales.
Durante la séptima edición del festival Chacinar 2025, miles de vecinos y turistas se reunieron para presenciar un nuevo capítulo en la historia gastronómica tandilense.
El municipio recuperó oficialmente el título del salame más largo del planeta, marca que vuelve a posicionar a la ciudad en el centro de la escena nacional e internacional.
Un récord histórico que devuelve el liderazgo a Tandil
El momento más esperado de la jornada llegó cuando el escribano designado anunció la cifra oficial: 487,22 metros, superando los 469,18 metros logrados recientemente por San Andrés de Giles. Con esta medición, Tandil vuelve a consagrarse como la capital mundial del salame, reafirmando una tradición que año a año gana protagonismo.
El Parque Independencia, lugar emblemático y sede principal del festival, se vio colmado por una multitud que siguió cada segundo del operativo. La confección del salame estuvo a cargo de chacineros locales que trabajaron durante semanas para producir un embutido de casi 2.000 kilos, transportado en un carro especialmente adaptado por la empresa Cagnoli.
Para desplegarlo en toda su extensión fue necesario coordinar un importante operativo logístico. Decenas de voluntarios colaboraron en el desenrollado, mientras que la avenida Illia debió ser despejada para permitir el paso del camión y del montacargas que sostenían la estructura. El proceso se transformó en un espectáculo en sí mismo, captado por visitantes, medios locales y turistas que siguieron el récord paso a paso.
Tradición, trabajo artesanal y una competencia que lleva una década
Los organizadores del Chacinar recordaron que esta búsqueda por el récord no es nueva. Desde 2014, Tandil y otras ciudades reconocidas por su producción de embutidos —como Oncativo (Córdoba) y San Andrés de Giles— compiten por alcanzar la pieza más extensa. La marca lograda este año vuelve a colocar a la ciudad en el primer lugar, destacando la capacidad productiva y la identidad cultural de la región.
El salame tandilero cuenta además con Denominación de Origen Protegida (DOP), un reconocimiento que certifica su calidad y su elaboración bajo métodos tradicionales heredados de inmigrantes europeos. Las materias primas locales y la técnica artesanal hacen que este producto tenga un sabor distintivo, apreciado tanto por especialistas como por el público que cada año visita el festival.
Chacinar 2025: una celebración que crece y refuerza la identidad local
La séptima edición de Chacinar volvió a dejar en claro por qué se trata de uno de los eventos gastronómicos más importantes de la provincia de Buenos Aires. El récord mundial no solo genera repercusión mediática, sino que también fortalece el turismo regional, impulsa a los productores locales y reafirma una tradición profundamente arraigada en la comunidad.
Con el nuevo registro oficial, Tandil recupera un orgullo que trasciende lo gastronómico y se convierte en un símbolo de trabajo colectivo, identidad territorial y pasión por la calidad.
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