El crimen de Lucas Aguilar, un joven repartidor de 20 años asesinado en Moreno, ha desatado una ola de indignación y protestas que llevaron a enfrentamientos con la Policía Bonaerense.
La inseguridad en el conurbano bonaerense sigue en aumento y los vecinos exigen respuestas inmediatas ante un contexto de violencia creciente.
Un asesinato que conmociona a Moreno
Lucas Aguilar, quien trabajaba en delivery, fue asesinado el jueves 30 de enero en la intersección de las calles Leandro N. Alem y Doctor Eduardo Asconapé, a solo tres cuadras de la estación de tren de Moreno. El joven intentó detener a un hombre que minutos antes había apuñalado a un vendedor ambulante en la Plaza San Martín. En un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, el agresor, identificado como Luis Benjamín Benítez, le asestó varias puñaladas, provocando su muerte.
El asesinato fue captado por las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) municipal, lo que permitió la rápida detención del agresor, quien ya contaba con antecedentes por robos agravados. El caso quedó en manos del fiscal Federico Soñora, que lleva adelante la investigación bajo la carátula de homicidio y lesiones.
Protestas y represión: el clamor por justicia
El asesinato de Lucas Aguilar desató una serie de protestas frente a la Municipalidad de Moreno, donde familiares, amigos y vecinos exigieron justicia. La manifestación, inicialmente pacífica, escaló en violencia cuando algunos participantes comenzaron a arrojar piedras contra los móviles policiales e intentaron prender fuego algunos de ellos. La Policía Bonaerense respondió con balas de goma y realizó varias detenciones, lo que generó un clima de mayor tensión en la zona.
El secretario de Seguridad de Moreno, Ismael Castro, justificó el accionar policial alegando que “la situación se tornó hostil y hubo muchas agresiones al personal”. A su vez, aseguró que el crimen de Lucas Aguilar no estuvo vinculado a un robo, sino que fue un ataque perpetrado por un hombre “sin ninguna contemplación por la vida”.
Una “zona liberada”: el testimonio premonitorio de Lucas
Días antes de su asesinato, Lucas Aguilar había denunciado la falta de seguridad en Moreno. Durante una entrevista con el canal de noticias C5N, expresó su preocupación por el aumento de la delincuencia en la zona y la falta de presencia policial. “Vive pasando porque la zona está re liberada. Así nomás te lo digo, con simples palabras. La zona es liberadísima”, declaró.
Su testimonio, que en su momento fue una advertencia, hoy se ha convertido en una trágica realidad que enluta a su familia y a toda la comunidad de Moreno. Sus palabras reflejan el sentimiento de muchos vecinos que viven con miedo ante una inseguridad creciente y sin respuestas efectivas por parte de las autoridades.
Delivery en la mira: la inseguridad que acecha a los repartidores
El caso de Lucas Aguilar se suma a una preocupante estadística de trabajadores de delivery que son víctimas de robos y ataques violentos en el conurbano bonaerense. El auge del comercio electrónico y la proliferación de aplicaciones de reparto han incrementado la presencia de motociclistas en las calles, convirtiéndolos en blanco fácil para los delincuentes.
Muchos repartidores denuncian la falta de medidas de seguridad y la desprotección a la que están expuestos diariamente. “Nos roban las motos, los celulares, la mercadería, y en algunos casos hasta nos matan. Nadie nos cuida”, comentó un trabajador del sector que se solidarizó con la familia de Lucas.
El pedido de justicia sigue vigente
A pesar de la detención del asesino, la indignación y el dolor persisten en Moreno. Los vecinos continúan exigiendo que las autoridades garanticen la seguridad en las calles y refuercen las medidas de prevención. El crimen de Lucas Aguilar ha dejado una marca imborrable en la comunidad y reavivó el debate sobre la creciente violencia en la provincia de Buenos Aires.
El caso sigue en investigación, y la familia del joven clama por justicia. Mientras tanto, el miedo y la incertidumbre continúan presentes en las calles de Moreno, donde cada vez más ciudadanos sienten que la inseguridad es una amenaza constante.