La entronización de un mosaico con la imagen de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina, en el corazón de los Jardines Vaticanos, dentro del sector conocido como Bastione di Maestro.
El pasado martes 9 de septiembre se vivió un acontecimiento histórico para la comunidad católica argentina, la ceremonia, cargada de emoción y simbolismo, contó con la presencia de autoridades religiosas, diplomáticas y miembros de la comunidad argentina en Roma. El mosaico, obra de la artista Florencia Delucchi, representa un nuevo puente espiritual entre la fe de los argentinos y la Santa Sede.
Un gesto que une a la Argentina con el Vaticano
El Padre Lucas, Rector del Santuario Nuestra Señora de Luján, encabezó el acto y expresó su alegría:
“Este gesto sencillo y a la vez tan significativo une a la Argentina con el corazón de la Iglesia, poniendo bajo la mirada maternal de la Virgen a quienes peregrinan cada día a Roma desde distintos rincones del mundo”.
Para los fieles, la presencia de la Virgen de Luján en un espacio tan emblemático reafirma su vínculo con el Papa Francisco, gran devoto de la Patrona argentina, y fortalece la tradición de peregrinar con fe y esperanza tanto a Luján como a Roma.
La Virgen en el corazón de América Latina
El nuevo mosaico no está solo. Se integra a un conjunto de advocaciones marianas de distintos países de América Latina que adornan los jardines del Vaticano y reflejan la riqueza espiritual del continente. Entre ellas, se encuentran la Virgen de Caacupé (Paraguay), la Virgen de los Treinta y Tres (Uruguay), la Virgen del Rosario de Guatemala (Guatemala) y la Virgen del Rosario de Chiquinquirá (Colombia), entre muchas otras.
Cada imagen mariana no solo embellece el paisaje sagrado, sino que también simboliza la identidad cultural y religiosa de los pueblos que la veneran. En este sentido, la incorporación de la Virgen de Luján es un reconocimiento al profundo arraigo que tiene en la fe de los argentinos.
Un nuevo espacio para los devotos
Millones de peregrinos visitan cada año tanto la Basílica de Luján como el Vaticano, motivados por la fe, los sueños y el agradecimiento. Desde ahora, quienes recorran los jardines de la Santa Sede podrán encontrarse con la mirada de la Virgen de Luján, un ícono que representa no solo la devoción, sino también la historia y la cultura de la Argentina.
La obra, fruto del talento artístico de Florencia Delucchi, se convierte en un legado que quedará para las generaciones futuras y un recordatorio permanente de la unión entre los pueblos a través de la fe mariana.