El Lujanero se prepara para un viernes cargado de emociones en el Estadio 1° de Abril, donde recibirá a El Porvenir en el encuentro de vuelta de la primera fase del Reducido por el segundo ascenso a la Primera B.

Tras el empate 1-1 conseguido en Gerli el pasado fin de semana, la llave quedó completamente abierta y el Lujanero deberá salir a buscar el triunfo que lo deposite en la siguiente ronda. El partido comenzará a las 15.30 y tendrá el arbitraje de Jonathan Barrios. En caso de que el marcador vuelva a terminar igualado, la definición será desde el punto del penal, aumentando la tensión y la expectativa para los hinchas.

El presente del Lujanero

El equipo dirigido por Santiago Fredes llega con confianza después de haber mostrado carácter en condición de visitante. Con orden defensivo y la capacidad de golpear en momentos clave, el Lujanero sabe que tiene argumentos futbolísticos para hacerse fuerte en su casa. La localía y el aliento de su gente jugarán un rol determinante en este compromiso que puede marcar un antes y un después en la temporada.

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El entrenador no planea modificaciones respecto del once que salió a la cancha en Gerli. La idea es mantener la misma base, con jugadores que ya demostraron estar a la altura de un partido de eliminación directa. La solidez defensiva, el equilibrio en el mediocampo y la jerarquía en ataque serán los ejes que buscará potenciar el conjunto rojiblanco.

El rival: El Porvenir

El elenco de Gerli llega motivado después de rescatar un empate en su estadio y con la ilusión intacta de dar un golpe fuera de casa. Saben que no hay margen de error y que cualquier desconcentración puede dejarlos afuera del torneo. Por eso, se espera un planteo inteligente, apostando a cerrarle los caminos al Lujanero y aprovechar cualquier contraataque para lastimar.

Un duelo decisivo

El choque de este viernes no admite especulaciones. Tanto Luján como El Porvenir necesitan imponerse para seguir soñando con el ascenso, y el reglamento que lleva la definición a los penales en caso de empate le agrega un condimento especial de dramatismo.

El Lujanero tendrá que demostrar en la cancha la fortaleza que lo llevó hasta aquí, apoyado en su gente y en un estadio que promete ser una caldera. La ilusión está más viva que nunca: la Primera B está en el horizonte, y este viernes se juega el primer paso para alcanzarla.