En un partido marcado por fallos arbitrales polémicos, el Lujanero cayó como local y resignó la cima de la Zona B en la Primera C. El equipo mostró actitud, pero le faltaron ideas para revertir el marcador.
El Lujanero, que venía de derrotar a Yupanqui por 2-1, fue superado esta vez por Deportivo Camioneros por la mínima diferencia de gol.
Luján perdió más que tres puntos: se fue el invicto y la punta
Este domingo, el 1° de Abril fue escenario de uno de los partidos más esperados de la Zona B. Club Luján recibía a Deportivo Camioneros en un duelo directo por la cima del campeonato. Pero más allá del resultado deportivo, el encuentro dejó un sabor amargo para el local, que no solo perdió su invicto, sino que se vio perjudicado por decisiones arbitrales que terminaron siendo determinantes.
Desde el inicio, Luján mostró una propuesta ambiciosa y salió a hacerse dueño del partido. Con buen ritmo, presión alta y juego asociado, el equipo de la Basílica fue más que su rival durante gran parte de la primera mitad. La superioridad se tradujo en un gol de Molina que desató la alegría en la tribuna, pero que fue rápidamente opacada por una bandera levantada desde el costado: el juez de línea marcó una posición adelantada muy discutida, y el árbitro principal anuló el tanto.
Esa acción marcó un punto de inflexión. Porque en la primera llegada a fondo del conjunto visitante, el árbitro sancionó penal por un cruce de Nahuel Icazatti dentro del área. La infracción fue protestada por todo el equipo local, pero Huguenet no dudó desde los doce pasos y puso el 1-0 para Camioneros.
El Lujanero lo buscó, pero no encontró los caminos
En el complemento, el Lujanero redobló esfuerzos para intentar revertir la historia. Se hizo dueño de la pelota, jugó en campo rival y buscó abrir espacios ante un Camioneros que se replegó y apostó a salir de contra. Sin embargo, el equipo lujanense se topó con un problema recurrente: la falta de claridad en los metros finales. Pese a su dominio territorial, no logró generar ocasiones nítidas frente al arco rival.
Para colmo de males, el árbitro volvió a ser protagonista. En una réplica aislada, sancionó un nuevo penal para Camioneros, esta vez aún más discutido por los jugadores y el cuerpo técnico local. Pero el travesaño le negó el segundo tanto a Huguenet, dejando vivo a Luján hasta el final.
Los últimos minutos fueron un monólogo del conjunto local, que insistió con más empuje que juego. A pesar del esfuerzo y el aliento incesante de su gente, el marcador no se movió y el pitazo final decretó una derrota dolorosa, no solo por el contexto, sino también por las formas.
Sensaciones encontradas
El Lujanero se fue del San Emilio con bronca. Bronca por las decisiones arbitrales, por el gol anulado, por los penales sancionados, y también por no haber podido traducir su dominio en el resultado. Pero si algo dejó claro este equipo es que tiene carácter, convicción y una identidad de juego definida.
Con la frente en alto, el equipo deberá reponerse rápido y enfocarse en el próximo compromiso. La siguiente jornada visitará a Argentino de Rosario, por la fecha 11.