Flandria empató ante Real Pilar en el Carlos V por el Reducido de la Primera B. El Canario dejó escapar el triunfo en la última jugada y definirá la serie como visitante.

Tras meterse en el último puesto del reducido, Flandria debió conformarse con un empate ante Real Pilar en el estadio Carlos V, en el duelo de ida del Octogonal de la Primera B Metropolitana por el segundo ascenso. El Canario, que había hecho casi todo bien durante 90 minutos, vio cómo se le escapó el triunfo en la última jugada y ahora deberá buscar la clasificación como visitante dentro de una semana.

Un Flandria condicionado, pero firme

La previa no era sencilla para Flandria. Arnaldo Sialle se vio obligado a modificar su once inicial por las suspensiones de Giménez, Morales y Camacho, piezas claves en el armado habitual del equipo. Sin embargo, el Canario supo reinventarse y encontró rápidamente la forma de controlar el trámite.

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En un partido cerrado, táctico y con escasos espacios, el local eligió ser paciente y ordenado, priorizando la solidez defensiva y el manejo del ritmo. Real Pilar, por su parte, apostó a aprovechar cualquier resquicio mediante transiciones rápidas.

Primer aviso del Monarca y respuesta letal del Canario

La primera situación clara del encuentro la generó la visita. Martín Gómez conectó un remate potente dentro del área, pero Maximiliano Gagliardo respondió con una intervención soberbia, reafirmando por qué es uno de los pilares del equipo en este tramo decisivo del torneo.

Ese aviso despertó al dueño de casa, que respondió con contundencia. Tras una buena maniobra ofensiva, Bruno Guelfi recibió una falta clara dentro del área por parte de Gobbi. Penal sin discusión. El propio mediocampista se hizo cargo de la ejecución y, con un toque suave y preciso, venció la estirada de Cano para el 1-0 que hizo delirar a Jáuregui.

Un segundo tiempo inteligente… hasta el final

La ventaja permitió que Flandria manejara los tiempos del encuentro. Sialle ajustó líneas, cerró espacios y obligó a Real Pilar a jugar incómodo, sin claridad y prácticamente sin peso ofensivo. El Canario incluso dispuso de algunas contras para liquidar la historia, pero le faltó precisión en los metros finales.

Y cuando el partido parecía encaminarse hacia un triunfo merecido, llegó el golpe que nadie esperaba. En el último minuto del tiempo adicionado, López Monti sancionó un penal muy discutido tras un cruce entre Evangelista y Morán. La jugada no pareció infracción, pero el árbitro no dudó. Otermin, desde los doce pasos, marcó el 1-1 que silenció al Carlos V.

Todo abierto para la vuelta

El sabor amargo del final no opaca la buena tarea de Flandria, que mostró orden, carácter y capacidad para competir en una instancia decisiva. Sin embargo, el empate obliga a buscar la clasificación en el estadio Carlos Barraza, donde Real Pilar intentará hacerse fuerte.

La serie está completamente abierta. Si vuelven a igualar en el global, el pase se definirá por penales. Pero el Canario ya demostró que tiene herramientas, convicción y fútbol para dar batalla y seguir soñando con el ascenso.