El equipo de Flandria atraviesa un momento crítico en la Primera B Metropolitana tras sufrir una nueva derrota, esta vez ante San Martín de Burzaco, con la expulsión de Bruno Guelfi.
En un encuentro disputado en el Estadio Francisco Boga, el Canario cayó por 1-0, un resultado que profundiza su crisis futbolística y pone en duda la continuidad del entrenador Santiago Davio.
Un partido con altibajos
Flandria comenzó el partido con ímpetu, buscando imponerse en el mediocampo y generando algunas ocasiones de peligro en los primeros minutos. Sin embargo, la falta de contundencia en la definición volvió a ser un problema recurrente para el equipo de Jáuregui.
San Martín de Burzaco, por su parte, aprovechó una de sus oportunidades más claras y, antes del descanso, Ariel Slimins marcó el único gol del partido. Con una defensa ordenada y un mediocampo sólido, el equipo local logró neutralizar los intentos de reacción de Flandria.
Expulsión, falta de reacción y derrota
En la segunda mitad, Flandria intentó reaccionar, pero sus intentos fueron infructuosos. La expulsión de Bruno Guelfi complicó aún más las aspiraciones del Canario, dejándolo en inferioridad numérica y sin margen de maniobra.
A pesar de los cambios tácticos de Davio, el equipo no logró quebrar la defensa rival y terminó acumulando otra derrota que deja muchas dudas sobre su futuro en el torneo.
Preocupación en el entorno del club
Con este resultado, Flandria sigue sin poder encontrar regularidad en la competencia, lo que genera incertidumbre entre los hinchas y directivos. La continuidad del entrenador está en riesgo, y se esperan decisiones en los próximos días que podrían marcar un cambio de rumbo para el equipo.
El Canario deberá trabajar intensamente para revertir esta situación y recuperar el nivel que lo llevó a ser un equipo competitivo en la categoría. Su próximo encuentro será clave para determinar si puede salir de esta racha negativa o si su crisis se profundiza aún más.