El Club Luján y todo el fútbol de ascenso argentino están de luto tras conocerse la noticia del fallecimiento de Santiago “El Pulga” Fredes, quien se encontraba internado víctima del síndrome de Guillain-Barré
El joven director técnico, de apenas 35 años, fue declarado con muerte cerebral este martes, luego de una semana de internación tras sufrir una descompensación repentina durante un partido amistoso.
La causa de su trágico deceso fue una rara y compleja enfermedad autoinmune, un trastorno neurológico que atacó su sistema nervioso periférico y rápidamente comprometió sus funciones vitales, dejando una huella imborrable como jugador, formador y entrenador del “Lujanero”. La familia, en un acto de profunda generosidad, decidió honrar su memoria a través de la donación de órganos.
La Batalla de Fredes Contra una Enfermedad Autoinmune
La situación de Santiago Fredes se precipitó la semana pasada. Una consulta médica inicial, luego de un malestar sufrido en un encuentro contra J.J. Urquiza, derivó en un complejo diagnóstico que exigió su internación automática en terapia intensiva en el Hospital Austral de Pilar.
El diagnóstico reveló un trastorno neurológico autoinmune poco común, donde el propio sistema inmunitario del cuerpo ataca por error el sistema nervioso periférico. Este ataque causa rápidamente debilidad muscular y parálisis. En el caso de Fredes, el trastorno afectó directamente a su sistema respiratorio, obligándolo a permanecer con asistencia mecánica.
A pesar de la lucha de los profesionales y la fuerza del joven entrenador, su estado empeoró en la mañana de este martes, llevando a que fuera declarado con muerte cerebral y una situación irreversible. Allegados, dirigentes e hinchas se acercaron al hospital para despedirse.
Pasado el mediodía, la noticia comenzó a circular, y las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida. Sin embargo, Fredes permaneció conectado al respirador hasta la noche, a la espera de los receptores de sus órganos, un último acto de vida y generosidad decidido por su familia.
Una Trayectoria Marcada por el Sentido de Pertenencia
Santiago Fredes, nacido el 7 de marzo de 1990, estaba radicado en el barrio San Emilio. Su conexión con el Club Luján era profunda: su infancia transcurrió justo frente al predio que en aquel entonces estaba naciendo.
Formado en la Escuela César Luis Menotti, realizó inferiores en Vélez Sarsfield y tuvo pasos por Flandria, Excursionistas y Defensores Unidos de Zárate, pero su corazón siempre estuvo en el “Lujanero”. Dos momentos de su carrera como jugador quedaron grabados en la historia del club:
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El Penal a Flandria: Un penal convertido en la Copa Argentina en el Estadio Carlos V.
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El Gol a Alem: El famoso golazo que marcó en el estadio de Almagro, el cual no solo salvó al Lujanero del descenso, sino que condenó a San Miguel a la Primera D.
Tras retirarse, y luego de trabajar en las inferiores, asumió la conducción técnica del primer equipo este mismo año. En su breve pero exitoso ciclo como DT, Fredes logró una gran segunda mitad de temporada, metiendo al equipo en la lucha por el ascenso y promoviendo exitosamente a varios juveniles de las inferiores a la Primera División.
El Club Luján, a través de un emotivo comunicado, destacó la huella imborrable que deja Fredes “como jugador, entrenador y formador”, resaltando su “entrega, su pasión, su sentido de pertenencia y su calidad humana”. La donación de sus órganos cierra su vida terrenal con un legado de profundo amor.










