El diario
Una intensa persecución policial a lo largo del Acceso Oeste desencadenó la aprehensión de dos individuos por robo automotor.
Los sujetos fueron identificados como Edgar David Álvarez, de 33 años, y Diego Gastón Pedrozo, de 35. Este espectacular operativo reveló una trama de encubrimiento y robo de vehículos que mantenía en vilo a las autoridades locales.El incidente se inició el pasado miércoles cuando el personal del Comando de Patrullas, alertado por una llamada al 911 sobre un intento de robo de un vehículo Toyota Hilux en la intersección de avenida Humberto y 25 de Mayo, se movilizó de inmediato. Los sospechosos, a bordo de un Peugeot 208 negro, fueron avistados en avenida Fernández Beschtedt y Acceso Oeste, tratando de huir de la ciudad tras el fallido intento delictivo.
Lo que siguió fue una persecución que se prolongó por casi 30 kilómetros hasta llegar al kilómetro 41, altura Francisco Álvarez, en el partido de Moreno, donde finalmente fueron interceptados los sospechosos. En el interior del vehículo, la policía descubrió un arsenal de herramientas de mano, tres computadoras de autos, un módulo, dos llaves de ignición, dinero en efectivo y documentación, revelando la sofisticación de la banda delictiva.
Además, se encontró que el vehículo tenía un pedido de secuestro por robo, perpetrado en enero del presente año en La Matanza. La rápida intervención del propietario del automóvil intentado de robar, quien alertó a las autoridades proporcionando información crucial, fue fundamental para el éxito del operativo.
La Fiscalía 9 de Luján respaldó la actuación policial y emitió directivas para el proceso legal en curso. Sin embargo, lo más revelador de este caso es el oscuro historial delictivo de los detenidos. Edgar David Álvarez cuenta con antecedentes que incluyen encubrimiento agravado por habitualidad, robo agravado de vehículo, hurto agravado de vehículo y lesiones graves, con causas que se extienden por diferentes fiscalías desde 2014.
Por su parte, Diego Gastón Pedrozo tiene un pasado marcado por robos agravados con el uso de armas de fuego y resistencia a la autoridad, según registros judiciales de distintas fiscalías desde 2014 hasta la fecha presente.
Este episodio criminal pone de manifiesto la persistencia de dos individuos dedicados al robo de vehículos cuyas trayectorias delictivas parecen no tener fin. A pesar de la intervención de la justicia, queda la incertidumbre sobre si estos individuos volverán a delinquir en el futuro. La pregunta que flota en el aire es si esta será la última vez que estas dos figuras emerjan en el submundo del robo automotriz o si el telón se levantará nuevamente para otro acto delictivo.
