Más de 90 ejemplares del ex Zoo Luján, entre osos, felinos, cebras y el histórico chimpancé Yony, serán evaluados para su re ubicación.
Cinco años después de su clausura, el ex Zoo Luján vuelve a ser noticia. Esta vez, por una resolución esperada durante mucho tiempo: el traslado de los cerca de 90 animales que aún permanecen en el deteriorado predio. El Estado argentino firmó un acuerdo con la organización internacional Four Paws para iniciar un proceso técnico de rescate, evaluación veterinaria y posterior re ubicación de los ejemplares en santuarios o centros especializados.
La medida busca dar respuesta a una situación crítica que comenzó en septiembre de 2020, cuando el zoológico fue cerrado por violaciones a las normas de bienestar animal, entre ellas la promoción del contacto directo entre visitantes y animales silvestres, sin contar con la habilitación correspondiente. Desde entonces, el predio quedó en manos de sus propietarios, sin ingresos, sin personal capacitado y sin un plan institucional para el cuidado de las especies.
El rescate: un operativo inédito para el ex Zoo Luján
El convenio con Four Paws representa un punto de inflexión en la historia del predio. La organización, que tiene experiencia en rescates complejos en países como Sudáfrica, Jordania y Rumania, será la encargada de realizar un diagnóstico completo sobre la salud física y conductual de los animales que aún habitan el ex Zoo Luján.
La prioridad estará puesta en los casos más urgentes, como el de dos osos que necesitan una re ubicación inmediata y el del chimpancé Yony, uno de los últimos de su especie en Argentina. También permanecen en el lugar cebras, dromedarios, monos, leones y tigres, muchos de ellos envejecidos o con secuelas físicas derivadas de años de cautiverio en condiciones inadecuadas.
Desde el cierre del zoológico, más del 30% de los grandes felinos falleció, la mayoría por enfermedades no tratadas o por vejez en un entorno sin la infraestructura mínima para su bienestar.
La justicia no cierra el caso: los dueños siguen bajo investigación
Mientras se avanza con el rescate, la causa judicial por maltrato animal sigue abierta. En septiembre de 2024, la Cámara Federal de Casación Penal anuló el sobreseimiento de los dueños del predio, la familia Semino. Los jueces argumentaron que el delito era continuado, ya que los animales seguían retenidos en el lugar sin atención adecuada, y se basaron en el artículo 41 de la Constitución Nacional, que reconoce a los animales como “sujetos de derecho”.
Guido Lorenzino, Defensor del Pueblo bonaerense, calificó el fallo como “histórico” y clave para avanzar hacia el reconocimiento de los animales como personas no humanas sintientes. En esa línea, desde la Defensoría se viene impulsando el cierre definitivo de todos los zoológicos del país y su transformación en espacios de conservación o ecoparques educativos.
Un símbolo de cambio en la relación con los animales
En su época de apogeo, el Zoo Luján fue uno de los destinos turísticos más visitados del país. Famoso –y polémico– por permitir el contacto directo con animales salvajes, llegó a albergar más de 400 ejemplares, entre ellos más de 130 grandes felinos. Sin embargo, las denuncias por maltrato y la falta de controles hicieron que el modelo entrara en crisis.
Tras el cierre, la situación se agravó: muchos empleados fueron despedidos, el predio se deterioró y la familia Semino quedó a cargo del cuidado de los animales sin recursos ni apoyo estatal. “Hace cinco años que estamos así, sin soluciones reales. Cualquier avance es bienvenido”, expresó Santiago Semino, hijo del propietario.
Un nuevo comienzo: hacia un futuro más ético
La firma del acuerdo con Four Paws no sólo abre una puerta para los animales que aún sobreviven en el ex Zoo Luján, sino que marca un cambio de paradigma en la forma de pensar la relación entre humanos y animales silvestres en Argentina.
Desde el Ministerio de Turismo, Ambiente y Deportes destacaron que este es el primer paso concreto hacia un modelo más respetuoso con los derechos animales. También se analiza el futuro del predio, con propuestas para reconvertirlo en un ecoparque o espacio de educación ambiental.
Se espera que el plan de re ubicación comience en los próximos meses, con una hoja de ruta que priorice los casos más críticos y avance de manera progresiva hacia el cierre definitivo de uno de los zoológicos más controversiales del país.