El Gobierno avanza en combatir la enfermedad de la “chicharrita” que afecta al maíz argentino.
La plaga denominada “chicharrita”está generando fuertes pérdidas de rendimiento del cultivo en distintas provincias del centro y norte del país.El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) agiliza los tiempos de aprobación de los insecticidas para combatir la plaga. Además, se está conformando una mesa de trabajo para el manejo integral de la misma. Ambas acciones serán la llave para minimizar los impactos. La ausencia de frío, las altas temperaturas y las precipitaciones, fomentaron la reproducción y migración del vector.
El combate de la chicharrita
El “achaparramiento del maíz” se encuentra ocasionando severos daños al cultivo en distintas provincias del centro y norte del país. Por esta razón, el Senasa, de manera excepcional, hará más ágiles los tiempos de aprobación para disponer de productos para el control de la plaga. Dicha aprobación se realizará sobre los trámites de dos insecticidas cuyas solicitudes fueron presentadas y se recomiendan para el control del insecto vector de spiroplasma.
A su vez, sobre la base de insecticidas ya autorizados para su uso en maíz y con antecedentes de aprobación para el control de chicharrita en otros países, el Senasa elaborará un listado de productos fitosanitarios con el fin que estén disponibles de manera inmediata.
El Spiroplasma es el agente causal del “achaparramiento del maíz”. La enfermedad, transmitida por una “chicharrita”, que vive exclusivamente en el maíz, está impactando muy fuerte en zonas de Córdoba, Santa Fé, Tucumán, donde se alojan los peores casos de pérdidas de rendimientos. Mejor es la situación para los maíces tempranos; y el sur de la zona agrícola.
Desde la Secretaría de Bioeconomía, con sus áreas y organismos descentralizados, ya lideran una Mesa con actores públicos y privados, de abordaje especial del “achaparramiento del maíz”, para que cada actor asuma su rol en esta problemática y elaboración de posibles soluciones por tratarse de una enfermedad endémica del norte argentino y que avanzó en toda el área de siembra tardía en el país. Invitamos a las entidades técnicas que quieran ser parte, a sumarse.
Mayor volumen de superficie sembrada con maíz tardío
Uno de los cambios más notables en los últimos años ha sido el aumento del área sembrada con maíz tardío. En el Centro-Norte de Santa Fe, la proporción de siembras tardías pasó de un promedio de 63,4 % del total del maíz en las últimas 5 campañas, a un 78 % para esta campaña, superando ese promedio por 14,6 puntos porcentuales. En sintonía con esto, en el Núcleo Norte, la proporción de siembra tardía paso de solo el 12,6 % para el promedio del último quinquenio a 32 % para la campaña 2023/24, un incremento de 19,4 puntos porcentuales.
Esta situación determina que, en el momento del pico poblacional del vector dado principalmente por las altas temperaturas del verano, una mayor proporción del cultivo se encuentra todavía en etapas vegetativas siendo esta la etapa más susceptible al ataque del insecto y, por ende, a la enfermedad.
Menos heladas
Durante el invierno, la chicharrita sobrevive en plantas hospederas, pero las bajas temperaturas limitan la supervivencia de una gran cantidad de individuos.
Al tener menor frecuencia de eventos de bajas temperaturas, una mayor cantidad de individuos sobrevive al invierno permitiendo que al momento del aumento de las temperaturas exista un mayor potencial de establecer poblaciones de mayor tamaño.