El diario
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha puesto al país en estado de alerta: el calor extremo no da tregua y promete intensificarse este jueves y viernes, con temperaturas que podrían rozar los 40°C en varias regiones.
Tras un miércoles agobiante que dejó a Buenos Aires y el Área Metropolitana (AMBA) sumidos en un apagón masivo, el pronóstico no ofrece respiro, especialmente para el norte argentino, donde las alertas rojas y naranjas pintan un escenario preocupante.
Una Jornada de Colapso Bajo el Calor Extremo
El miércoles marcó un punto crítico en esta ola de calor extremo. Con temperaturas que superaron los 30°C y una sensación térmica que alcanzó los 44°C en gran parte del país, la demanda energética se disparó, llevando al sistema eléctrico al borde del colapso. A las 15 horas, un “colapso de tensión” en el Nordeste Argentino dejó a más de un millón de usuarios sin suministro en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA. Según fuentes oficiales, el uso masivo de aires acondicionados de baja eficiencia fue un factor determinante en esta crisis.
Las consecuencias del calor extremo se sintieron en todos los niveles. En la capital y sus alrededores, más de 50 personas quedaron atrapadas en ascensores por los cortes de luz, mientras que nueve pacientes electrodependientes requirieron asistencia urgente. En las calles, el caos se apoderó de las avenidas: los semáforos dejaron de funcionar, complicando aún más la movilidad en una jornada ya sofocante.
Alertas Rojas y Naranjas: El Norte en el Foco del Calor Extremo
El SMN ha emitido advertencias de nivel rojo y naranja que afectan principalmente al norte del país, donde el calor extremo alcanzará su pico más peligroso. La alerta roja, reservada para condiciones que pueden impactar incluso a personas saludables, rige en provincias como Misiones, Corrientes, el centro y sur de Chaco, una porción del sur de Formosa y el oeste de Santiago del Estero. En estas zonas, las máximas se acercarán a los 40°C, un umbral que pone en riesgo a toda la población.
Por su parte, la alerta naranja abarca el sur de Santa Fe, el resto de Entre Ríos, Santiago del Estero, el sur de Chaco, Formosa y una pequeña área de Salta. Aquí, los termómetros oscilarán entre los 31°C y 34°C, con un impacto potencialmente grave para grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. El calor extremo, combinado con altos niveles de humedad, agrava la sensación térmica y dificulta las condiciones de vida.
El Impacto del Calor Extremo en la Vida Cotidiana
Esta ola de calor extremo no solo pone a prueba la infraestructura energética, sino también la capacidad de adaptación de la sociedad. En el norte, donde las temperaturas más altas son una constante en esta época del año, la falta de acceso a sistemas de refrigeración eficientes y la precariedad en el suministro eléctrico agravan la situación. Mientras tanto, en Buenos Aires, el colapso del miércoles expuso las fragilidades de una red eléctrica que no logra responder a la demanda en condiciones climáticas extremas.
Expertos advierten que el calor extremo, exacerbado por el cambio climático, será cada vez más frecuente e intenso. “Estamos viendo eventos que antes eran excepcionales convertirse en la norma”, señala un meteorólogo consultado por este medio. Las autoridades, por su parte, han instado a la población a extremar cuidados: hidratarse constantemente, evitar la exposición al sol en las horas pico y estar atentos a signos de golpe de calor.
Recomendaciones Frente al Calor Extremo
Ante este panorama, el SMN y los organismos de salud han reiterado medidas clave para enfrentar el calor extremo:
Hidratación constante: Beber agua aunque no se sienta sed, especialmente en niños y adultos mayores.
Evitar el sol: Permanecer en lugares frescos y ventilados entre las 10 y las 16 horas.
Ropa ligera: Usar prendas claras y de tejidos livianos para reducir la absorción de calor.
Atención a síntomas: Mareos, náuseas o desorientación pueden ser señales de un golpe de calor y requieren atención inmediata.
Un Desafío que No Termina
El pronóstico para jueves y viernes no ofrece alivio. El calor extremo seguirá dominando el norte y centro del país, mientras que en Buenos Aires las temperaturas, aunque algo más moderadas, continuarán siendo altas. La pregunta que queda en el aire es si el sistema eléctrico podrá soportar otra jornada de demanda récord o si los cortes volverán a sumir a millones en la incertidumbre.
Con más de una década cubriendo eventos climáticos y sus impactos, puedo afirmar que esta ola de calor extremo no es un hecho aislado. Es un recordatorio de que Argentina, como el resto del mundo, enfrenta un futuro donde las temperaturas extremas serán un desafío constante. La adaptación, tanto a nivel individual como colectivo, será clave para mitigar sus efectos. Por ahora, el calor extremo sigue marcando la agenda, y la población, agotada pero resiliente, busca formas de sobrellevarlo.
