Este martes, el Gobierno oficializó una medida significativa en la regulación de medicamentos que promete modificar el acceso de los consumidores a ciertos productos farmacéuticos.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) decidió que los compuestos con Senósido A y B, utilizados como laxantes, dejarán de requerir receta médica, según lo establece la disposición 11472/2024 publicada en el Boletín Oficial. Esta decisión se adoptó tras cinco años de evaluación, durante los cuales no se registraron efectos adversos graves relacionados con su consumo.
Medicamentos más accesibles, pero con costos elevados
La inclusión de los laxantes en el listado de medicamentos de venta libre no solo facilita su adquisición para los usuarios, sino que también tiene implicancias económicas. Al dejar de ser recetados, estos productos pierden los descuentos del 40% que tradicionalmente ofrecen obras sociales y empresas de medicina prepaga, impactando directamente en el bolsillo de los consumidores. Este fenómeno podría agravar una situación ya compleja, ya que según un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los medicamentos más utilizados por adultos mayores han registrado un incremento acumulado del 202% desde el inicio del actual gobierno.
Un cambio que se suma a otras medidas en 2024
Esta resolución se inscribe en una serie de modificaciones implementadas durante el año para ampliar la disponibilidad de medicamentos sin prescripción. En mayo, la ANMAT autorizó la venta libre de medicamentos para la protección gástrica, como los conocidos “prazoles”. Más tarde, en agosto, se incorporaron tratamientos para el herpes, cremas con corticoides, analgésicos y suplementos dietarios. Finalmente, en noviembre, se permitió la exhibición de medicamentos de venta libre en las góndolas de farmacias, eliminando la necesidad de intervención del farmacéutico.
Aunque estas medidas buscan simplificar el acceso, también han generado controversia entre especialistas del sector de la salud. Profesionales como Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), han manifestado su preocupación sobre los posibles riesgos de fomentar la automedicación. Sajem calificó estas decisiones como un retroceso: “Volvemos a una lógica puramente comercial. En los años 90 se permitió la venta de medicamentos en kioscos y supermercados, lo que provocó problemas graves de seguridad y trazabilidad. La ley de 2009 corrigió eso, pero ahora retrocedemos nuevamente”.
El debate sobre la automedicación y la salud pública
La ampliación de los medicamentos de venta libre pone sobre la mesa un debate recurrente sobre la automedicación y sus posibles consecuencias. Mientras que algunos sectores destacan los beneficios de un acceso más sencillo a tratamientos de bajo riesgo, otros advierten que sin orientación profesional adecuada, el consumo irresponsable podría derivar en complicaciones de salud o interacciones medicamentosas no deseadas.
Por otro lado, la exhibición de medicamentos en góndolas genera inquietudes adicionales sobre la seguridad. Si bien esta modalidad facilita la compra, también podría dificultar el control farmacéutico sobre los productos adquiridos y su correcto uso, especialmente en casos donde la automedicación pueda ser peligrosa.
Impacto económico y el rol del Estado
El costo de los medicamentos sigue siendo un tema de preocupación creciente para la población argentina. La inflación en el sector farmacéutico afecta particularmente a los adultos mayores y a quienes dependen de tratamientos crónicos. Según datos del CEPA, este incremento de precios supera ampliamente el promedio general de inflación, lo que subraya la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso equitativo a los tratamientos esenciales.
En este contexto, el Gobierno enfrenta el desafío de equilibrar la desburocratización del acceso a medicamentos con la protección de la salud pública y la contención de costos. Este balance será crucial para determinar el éxito o el fracaso de estas iniciativas.
Conclusión
La decisión de la ANMAT de ampliar el acceso a medicamentos de venta libre marca un hito en la regulación del sector farmacéutico en Argentina. Sin embargo, plantea también una serie de desafíos en términos de salud pública, control del consumo y equidad económica. A medida que estas medidas entren en vigor, será fundamental monitorear su impacto y ajustar las políticas según las necesidades de los ciudadanos.