Un informe revela que el gobierno anterior habría realizado negocios con la compra de alimentos para los comedores.
La Sindicatura General de la Nación detectó “falta de trazabilidad” en la entrega de comida a los movimientos sociales y piqueteros.La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, lanzó una masiva auditoría del proceso de compra de alimentos que se entrega a comedores de movimientos sociales, como los que dirigen Juan Grabois y Emilio Pérsico.
Los primeros resultados de este estudio revelarían irregularidades en la forma que la administración de Alberto Fernández tuvo a lo largo de sus cuatro años de gestión en la compra de alimentos, ya sea de forma directa o a través de licitaciones públicas y privadas.
Se identificaron sobreprecios de hasta un 500%; cartelización en las compras; direccionamiento hacia empresas y sociedades; y “falta de trazabilidad” en el destino de los alimentos que salían de los depósitos del ex Ministerio de Desarrollo Social, actual Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
La gran mayoría de estos curros llegan a las puertas de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y piqueteros de izquierda, para que sus dirigentes distribuyan los alimentos a los comedores y merenderos que administran, pero no rendían cuentas sobre el destino final de las toneladas de alimentos que recibían.
Para tener magnitud de la cantidad de dinero que le llegaba a estos grupos, del billón de pesos de presupuesto que tuvo en 2023 el Ministerio de Capital Humano, unos 30 mil millones se destinaron a la compra de alimentos secos en manos de estos grupos, en otras palabras, un 30%.
Otro de los problemas detectados en las licitaciones que estuvieron a cargo de los tres ministros que administraron la cartera social en el gobierno del Frente de Todos; Daniel Arroyo, Juan Zavaleta y Victoria Tolosa Paz fueron, por ejemplo, las compras multimillonarias, de aceite y otros insumos, que, invocando la “urgencia” de la pandemia, a pesar de que ésta ya se había terminado, se solicitaba la marca del producto.
“Las licitaciones eran tan dirigidas que en vez de poner las especificaciones que debía tener el alimento, como las calorías, pedían directamente ‘aceite 4 patitos’”, relató un funcionario de la cartera de Pettovello. Y explicó: “Son alimentos de terceras marcas, que tienen un solo representante y que siempre gana. En los últimos años, siempre ganaban los mismos”, reforzó. «Siempre con sobreprecios«.
Desde el Gobierno aclararon que esta, y otras auditorías que comenzaron a partir del 10 de diciembre de 2023, no buscan criminalizar a los que asisten a los comedores, pero sí a los intermediarios que los administran.