A partir de julio, las estaciones de servicio ingresan en una etapa de transformación que podría marcar un antes y un después en la forma en que los argentinos cargan combustible.
La petrolera de bandera nacional comenzará a implementar un plan piloto que contempla una importante novedad: la posibilidad de acceder a precios más bajos durante la madrugada, en un esquema que apunta a segmentar el valor del combustible por franja horaria.
El proyecto será probado durante los meses de julio y agosto en seis estaciones de servicio ubicadas en distintas zonas del país. Allí se testeará un sistema de “micro pricing” que buscará aprovechar los momentos de baja demanda —como la madrugada— para ofrecer precios más bajos de nafta y gasoil, en un intento por recuperar rentabilidad en horarios donde la venta prácticamente se detiene.
Una red digitalizada y un control en tiempo real
Este cambio no es aislado ni improvisado. La compañía acaba de finalizar la digitalización de su red de más de 1.600 estaciones de servicio en todo el territorio nacional. A partir de esta innovación, cada surtidor y cada manguera estarán conectados en tiempo real a un centro de monitoreo llamado Real Time Intelligence Center (RTIC).
Este sistema permite a la petrolera analizar el comportamiento de cada punto de venta minuto a minuto, identificar patrones de consumo y ajustar precios de forma dinámica. Con esta herramienta, se podrán establecer tarifas diferenciadas según el lugar, la hora y la demanda de cada momento, algo inédito hasta ahora en el mercado argentino de combustibles.
Rentabilidad en las estaciones de servicio
El foco principal del plan piloto está puesto en la madrugada, una franja horaria en la que las ventas caen hasta 40 veces en comparación con los horarios pico. La implementación del “micro pricing” permitiría mejorar los ingresos de las estaciones de servicio en esos momentos, al atraer a un nuevo segmento de consumidores con precios más accesibles.
La estrategia contempla también eliminar los desequilibrios que existen actualmente entre distintas regiones del país, donde el precio de los combustibles puede variar sin una lógica del todo clara. Gracias a este sistema, se podrá ofrecer un esquema más justo y equilibrado que beneficie tanto a los usuarios como a los operadores.
Autodespacho: clave para reducir costos
Para que los precios puedan bajar sin que se vean afectados los márgenes de ganancia, otro factor fundamental será la implementación del autodespacho de combustible, autorizado recientemente por el Gobierno nacional a través del Decreto 46/2025.
Este sistema permitirá que los usuarios puedan cargar combustible sin la asistencia de un playero. Para garantizar la seguridad del proceso, se exigirá la instalación de dispositivos especiales como sistemas de corte de emergencia y mecanismos de descarga estática. Además, el cliente deberá utilizar medios de pago electrónicos, siempre vinculados a la app de la petrolera.
El uso de la aplicación no sólo facilitará el pago, sino que también actuará como una billetera digital que centraliza descuentos, promociones y fidelización. Esto generará una experiencia integral para el usuario, que podrá aprovechar precios más bajos sin resignar calidad ni eficiencia.
Beneficios adicionales y una transición gradual
Este nuevo esquema también contempla una reestructuración del personal: los empleados que hoy trabajan de noche serán reasignados a los turnos de mayor demanda, como las primeras horas de la mañana y el final de la tarde, donde muchas veces se producen largas filas. De esta manera, se optimizarán los recursos humanos para mejorar la atención al cliente.
La implementación del sistema será gradual. En esta primera etapa, solo seis estaciones de servicio participarán del piloto, pero si los resultados son positivos, la idea es extenderlo progresivamente por corredor vial, localidad o región. Así, la segmentación horaria se podría transformar en una herramienta clave para dinamizar el mercado de los combustibles.
Una mirada al futuro
El presidente de la petrolera adelantó que, una vez estabilizada la economía y controlada la inflación, el precio de los combustibles dejará de ser noticia cotidiana. “La idea es que en un año nadie sepa si la nafta subió o bajó porque se tratará simplemente de reacomodamientos constantes”, explicó.
Este ambicioso plan marca el comienzo de una nueva era para las estaciones de servicio en Argentina. Con precios dinámicos, tecnología de punta y foco en la eficiencia operativa, el modelo busca mejorar la rentabilidad del sector sin trasladar costos innecesarios al consumidor final. Y lo más importante: promueve una cultura de consumo más flexible y adaptada a las necesidades de cada usuario.