El diario
La incertidumbre y la angustia marcan el tercer día de búsqueda de Jorge Ariel Armas, el joven de 27 años que del joven desaparecido en las aguas del río Luján el pasado sábado por la tarde.
A medida que pasan las horas, las esperanzas de hallarlo con vida se desvanecen, pero los equipos de rescate continúan desplegando todos sus recursos para dar con su paradero.
Un operativo de rescate por el joven desaparecido
Desde que se reportó la desaparición, los Bomberos Voluntarios, en conjunto con la Policía y Defensa Civil, han trabajado intensamente en un operativo que abarca desde el barrio Santa Marta hasta el Puente de los Huesos. Este lunes, con el amanecer, se reanudaron los esfuerzos con la participación de la Brigada K-9 y los buzos del Cuartel Central.
La intervención de las autoridades comenzó tras un llamado al 911 el sábado por la tarde, cuando testigos alertaron que una persona había sido arrastrada por la corriente. Al llegar al lugar, los oficiales entrevistaron a Bianca Agustina Villalba, de 22 años, pareja del desaparecido, quien relató que Jorge ingresó al agua sin imaginar la fuerza de la corriente y desapareció en cuestión de segundos.
Factores que complican la búsqueda
Según informaron fuentes cercanas a la investigación, Armas no sabía nadar y desconocía la peligrosidad del río, que se encontraba crecido debido a las lluvias intensas del viernes. Este factor, sumado a la profundidad irregular del cauce y la vegetación sumergida, dificulta las tareas de rastrillaje.
El mayor Mauricio Cerrutti, vocero de Bomberos Voluntarios, detalló que el domingo se desplegó un equipo de búsqueda que abarcó un kilómetro del río, incluyendo inmersiones de buzos en puntos estratégicos y el uso de kayaks para patrullar el cauce. A pesar de estos esfuerzos, el resultado fue negativo.
Un despliegue coordinado y en expansión
Bajo la supervisión del jefe de cuerpo Maximiliano Cellotto, el operativo cuenta con la participación de buzos tácticos, comandos especiales de la Policía y efectivos de Defensa Civil. Durante el domingo, se estableció un Comando de Operaciones para coordinar las maniobras, incluyendo la revisión del lecho del río mediante sogas de arrastre y la inspección de las márgenes en busca de indicios.
El anochecer obligó a suspender temporalmente la búsqueda, pero este lunes a las 8 de la mañana, las tareas se reanudaron con renovadas estrategias. Se espera que la Brigada K-9 aporte pistas clave con sus perros rastreadores, mientras que los buzos intensifican las inmersiones en zonas previamente identificadas como críticas.
La investigación judicial en curso
La Fiscalía 10 de la jurisdicción intervino en el caso bajo la carátula de “Averiguación de ilícito”. Como parte de las diligencias, se han tomado declaraciones a testigos y se solicitó la participación de la Policía Científica para analizar posibles pruebas que ayuden a esclarecer los hechos.
Esperanza y desesperación entre familiares y amigos
Mientras el operativo de búsqueda sigue su curso, la familia de Jorge Armas enfrenta horas de angustia e incertidumbre. Amigos y allegados se han acercado a la zona para colaborar con la búsqueda y brindar apoyo a los rescatistas. “Solo queremos encontrarlo, necesitamos respuestas”, expresó un familiar con la voz quebrada por la emoción.
Las próximas horas serán cruciales para determinar el destino de Jorge. Mientras tanto, la comunidad permanece en vilo, con la esperanza de que los esfuerzos conjuntos permitan dar con el joven desaparecido y aportar claridad a esta tragedia que enluta a toda la región.
