El ministro de Economía está buscando fuentes alternativas para aminorar el agujero fiscal que desató desde agosto, y esta vez pone en la mira a los repartidores de Rappi y Pedidos Ya.
El ministro Sergio Massa anunció un nuevo sistema pensado para los trabajadores de apps de delivery como Pedidos Ya y Rappi. El programa introduce la percepción de una Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) financiada desde la AFIP y el Banco Nación, pero también le permitirá ampliar la base imponible del Gobierno a través de una nueva fuente de captación de aportes a la seguridad social.La maniobra pretende que los repartidores comiencen a aportar mensualmente para la seguridad social, del mismo modo que los monotributistas o los trabajadores del régimen autónomo, ampliando la base imponible para contener la brecha fiscal que el propio Massa contribuyó a desequilibrar.
Actualmente el déficit del sistema previsional está siendo cada vez más atenuado por la relativa estabilidad de los aportes patronales y personales, y al mismo tiempo por la fuerte licuación del valor real de las jubilaciones y pensiones que paga el Estado.
En estos momentos, el sistema previsional es una las principales herramientas de las que se vale el ministro para contener el aumento del déficit fiscal a pesar del masivo despilfarro que autorizó entre agosto y octubre.
Por otra parte, también se abre la posibilidad de la asociación con las obras sociales a cambio de una cobertura de salud. Aún así, normalmente las coberturas de salud por las obras sociales más básicas (las que requieren menos aportes) son rechazadas debido a la pésima calidad por los servicios prestados, y en la práctica sólo constituyen una fuente de recaudación adicional para las cajas del sindicalismo.
Paralelamente, el ministerio de Transporte y Trenes Argentinos (una de las empresas más deficientes y deficitarias del país) anunciaron la construcción de 24 “centros de descanso” a lo largo de la región del AMBA, con el objetivo de proveer un espacio para cargar teléfonos celulares o tomar descanso.
El ministro de Economía esbozó la posibilidad de una sindicalización forzosa que pondría contra las cuerdas a la competitividad de las empresas de delivery, y muchas podrían correr el mismo destino que Glovo en el año 2020.