En la tarde del martes, un enfrentamiento entre estudiantes de la Escuela Industrial y la Escuela Secundaria N°20 “René Favaloro” terminó con un menor herido con arma blanca y otro imputado por “Lesiones”.
El hecho reavivó la preocupación por la escalada de conflictos entre jóvenes fuera del ámbito escolar y la falta de contención que muchas veces los rodea.
Un nuevo episodio de violencia entre adolescentes volvió a conmocionar a la comunidad educativa de Luján.
El incidente ocurrió en la esquina de Rawson e Hipólito Yrigoyen, a pocas cuadras de ambos establecimientos. De acuerdo con las fuentes oficiales, la pelea habría sido producto de una rivalidad de larga data entre los colegios, lo que derivó en una confrontación que terminó con un estudiante de 16 años herido en el omóplato derecho. Aunque la lesión fue superficial y no comprometió órganos vitales, el hecho puso en alerta a toda la comunidad educativa.
Según informó el Municipio, la situación fue advertida por la directora de la Escuela Industrial, quien activó el botón antipánico del tótem de la Secretaría de Protección Ciudadana instalado en la entrada del establecimiento. De inmediato, el Centro Operativo de Monitoreo (COM) revisó las cámaras de seguridad de la zona y constató que minutos antes se había producido una violenta pelea entre grupos de estudiantes.
El aviso permitió coordinar un rápido operativo entre la Policía y la Guardia Urbana, que logró localizar al presunto agresor, también de 16 años y alumno de la Escuela Industrial. En su poder se secuestró el arma blanca utilizada en el ataque. El adolescente fue trasladado a la sede policial, donde quedó a disposición de la Fiscalía de Menores N°8 de Mercedes, imputado por “Lesiones”. Estaba acompañado por sus padres.
Desde el Municipio destacaron la “rápida articulación” entre el COM, la Policía y la Guardia Urbana, que permitió intervenir en el hecho y evitar consecuencias más graves. Sin embargo, no todos compartieron esa visión. Algunos padres expresaron su malestar por lo ocurrido y cuestionaron la respuesta institucional.
Uno de ellos, padre de un alumno de la Escuela Industrial, aseguró a este medio que la pelea habría sido iniciada por alumnos de otra escuela y que la actuación policial fue “desproporcionada”. Según su relato, “se llevaron a dos chicos de la Industrial, uno herido y otro que sólo intentó separar a quienes le estaban pegando”. El hombre manifestó además su preocupación por posibles represalias y pidió que las autoridades educativas intervengan con firmeza para evitar nuevos incidentes.
El episodio vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la violencia en la escuela y el acceso a armas blancas entre adolescentes, un fenómeno que preocupa a familias, docentes y autoridades. Más allá de la respuesta inmediata ante cada hecho, especialistas advierten que se trata de un problema que requiere políticas sostenidas de prevención, mediación y acompañamiento psicológico dentro y fuera del aula.
En un contexto social donde los conflictos entre jóvenes parecen ganar terreno en la vía pública, este hecho es un llamado de atención. Las instituciones educativas no pueden ni deben enfrentar solas el desafío: se necesitan estrategias integrales que involucren a las familias, los equipos de orientación escolar y el Estado, para transformar la escuela en un verdadero espacio de encuentro, contención y respeto mutuo.