El diario
La reconocida marca Stanley anunció el retiro del mercado de 2.6 millones de termos debido a reportes de fallas en las tapas que generan riesgos de quemaduras por el derrame de líquidos calientes.
Este retiro afecta específicamente a ciertos modelos comercializados en los últimos años y destaca la importancia de priorizar la seguridad del consumidor frente a defectos de fabricación.
Modelos Afectados y Problemas Identificados
El retiro, supervisado por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC), abarca los modelos Switchback (12 y 16 onzas) y Trigger Action (12, 16 y 20 onzas), que estuvieron disponibles entre junio de 2016 y diciembre de 2023. Según el informe oficial, las roscas de las tapas presentan fallas que podrían provocar derrames inesperados de líquidos calientes, exponiendo a los usuarios a quemaduras.
Stanley informó que ha recibido 91 quejas a nivel mundial, incluyendo 38 casos de lesiones por quemaduras. En respuesta, la empresa solicitó a los compradores que dejen de usar los termos afectados de inmediato y se pongan en contacto con Stanley 1913 para recibir tapas de reemplazo gratuitas.
Un Historial de Retiro de Productos: Bombillas Stanley
Este no es el primer incidente de seguridad relacionado con los productos Stanley. A principios de 2023, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) anunció el retiro preventivo de cerca de 60,000 bombillas Stanley debido a la posible presencia de pequeñas piezas metálicas derivadas de un error en el proceso de fabricación en China.
La medida afectó a los modelos de bombilla “cuchara” y “resorte de precisión” fabricados entre abril de 2022 y junio de 2023, en lotes identificados como B22, C22, D22, A23 y B23.
Termos Falsificados: Una Amenaza Latente
A este panorama se suma la preocupación por la creciente invasión de termos falsificados, una problemática que afecta tanto a la marca Stanley como a otros actores del mercado, como la fabricante argentina Lumilagro. Estos productos de imitación, mayoritariamente importados de forma ilegal desde China, no solo violan leyes de propiedad intelectual sino que también representan un riesgo significativo para la salud.
Los termos falsos suelen estar fabricados con materiales de baja calidad, incluyendo aceros inoxidables no aptos para el contacto con alimentos y que pueden liberar sustancias tóxicas como plomo, arsénico o mercurio. Estos productos suelen ser vendidos a precios considerablemente bajos, oscilando entre los $20,000 y $25,000, en contraste con los termos originales de Stanley, cuyo precio supera los $100,000.
Impacto en el Mercado Argentino
La distribución de termos falsificados se realiza principalmente a través de zonas francas en Chile, ingresando al mercado argentino por Bolivia. Esto genera un impacto económico negativo para las marcas legítimas, además de poner en peligro a los consumidores. En 2022, se estima que Bolivia importó cerca de 4 millones de termos de acero, una cifra desproporcionada para un país donde el consumo de mate es prácticamente inexistente.
Cómo Identificar un Termo Seguro
Dada la situación, es fundamental que los consumidores verifiquen la autenticidad de los productos antes de comprarlos. Algunos consejos incluyen:
1. Precio realista: Un termo original Stanley rara vez tendrá un precio muy bajo.
2. Calidad del acero: Los productos seguros deben estar fabricados con acero 304, apto para alimentos y bebidas.
3. Puntos de venta confiables: Comprar en tiendas oficiales o distribuidores autorizados reduce el riesgo de adquirir productos falsificados.
Un Llamado a la Responsabilidad
El retiro de termos defectuosos por parte de Stanley y la problemática de los productos falsificados destacan la necesidad de establecer controles más estrictos en la fabricación, importación y venta de artículos para consumo humano. Tanto consumidores como autoridades deben colaborar para garantizar la seguridad en el uso diario de productos tan esenciales como un termo.
En conclusión, el caso de Stanley pone de manifiesto que la seguridad del consumidor debe ser siempre la prioridad, y refuerza la importancia de adquirir productos auténticos y de calidad comprobada. Los termos, más allá de su función práctica, representan un símbolo de confianza y tradición que debe preservarse.
