YPF, la principal empresa de energía de Argentina, confirmó que implementará un aumento del 1,75% promedio en los precios de los combustibles a partir del próximo viernes 3 de enero.
Este ajuste representa la menor suba en los últimos doce meses, en un contexto marcado por fuertes incrementos previos en los precios de las naftas, que acumularon un alza del 256% entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024. Por ejemplo, el litro de nafta Súper pasó de costar $311 a $1.108 en la Ciudad de Buenos Aires.
Impacto del aumento de YPF y contexto del mercado
Este leve incremento en comparación con ajustes anteriores podría reflejar un intento de YPF por estabilizar los precios en un mercado que viene atravesando una contracción en las ventas. Según datos de la Secretaría de Energía, en octubre se registró un repunte mensual del 7,57%, pero las ventas de combustibles continúan mostrando una caída interanual, acumulando once meses consecutivos de retroceso.
La venta total de combustibles en octubre fue de 1.434.689,06 metros cúbicos, una cifra considerablemente inferior a los 1.601.452,68 metros cúbicos registrados en el mismo mes del año anterior. Esta tendencia estuvo liderada por la nafta Premium, cuyas ventas cayeron un 19,55% interanual, seguida por el gasoil tradicional, con una baja del 17,08%. En contraste, la nafta Súper logró una leve suba del 0,13%, destacándose como el único segmento con desempeño positivo.
Evolución de precios y consumo
El ajuste en los precios de YPF llega tras un 2024 caracterizado por una inflación sostenida que impactó de lleno en los combustibles, un insumo clave para la logística y la movilidad en el país. Desde noviembre de 2023, el incremento acumulado en los precios ha sido significativo, con impactos directos sobre el bolsillo de los consumidores y las dinámicas del mercado interno.
El aumento del precio de los combustibles no solo afecta al consumidor final, sino también a sectores estratégicos como el agro, el transporte de carga y los servicios de distribución, que dependen del gasoil y el diésel de bajo contenido de azufre, ambos con caídas interanuales en sus ventas del 17,08% y 3,65% respectivamente.
Proyecciones y desafíos para el 2024
Aunque la menor suba anunciada por YPF podría interpretarse como un esfuerzo por moderar el impacto económico sobre los consumidores, la contracción en las ventas de combustibles refleja un desafío mayor para la recuperación del sector energético. Además, el nuevo incremento se suma a las expectativas de posibles ajustes futuros, dados los costos crecientes en el sector y las variables macroeconómicas que siguen presionando sobre el mercado.
En este escenario, YPF mantiene un rol clave como regulador de precios y garante del abastecimiento, siendo el principal proveedor del mercado interno. Su estrategia para los próximos meses será crucial para equilibrar la necesidad de sostener ingresos frente a un consumo en descenso.
El nuevo ajuste del 1,75% en los combustibles de YPF marca una señal de cautela en un contexto económico complejo, donde la recuperación del consumo y la estabilidad de los precios serán los principales retos del sector. La evolución de las ventas en los próximos meses será un indicador clave para medir el impacto de esta política de moderación y los desafíos que enfrenta el mercado energético argentino en 2024.