Una reciente pericia judicial por el basural de Luján encendió todas las alertas en la ciudad de Luján y reavivó un debate urgente en torno a la crisis ambiental que atraviesa la provincia de Buenos Aires.
El estudio, realizado en el marco de una causa penal, reveló niveles críticos de contaminación en el histórico basural a cielo abierto, considerado actualmente el más grande del país en su tipo.
La investigación fue llevada a cabo en el predio ubicado en la estación Sucre, a tan solo 200 metros de la Ruta Nacional 192. Se trata de un terreno de 14 hectáreas, con una profundidad de 20 metros y una elevación de 10 metros, donde durante décadas se ha depositado basura sin ningún tipo de tratamiento ni control técnico adecuado.
Contaminación en agua, suelo y aire: una amenaza que perdura
El informe fue elaborado por el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires, cuyos especialistas detectaron la presencia de sustancias tóxicas peligrosas en el agua subterránea, el suelo y el aire de la zona. Entre los compuestos hallados se encuentran amonio, benceno y cobre, todos ellos en concentraciones muy por encima de los límites legales permitidos.
“Los niveles hallados representan riesgos graves para la salud humana, pudiendo ocasionar leucemia, daños neurológicos y enfermedades respiratorias”, alertaron los peritos. Además, remarcaron que los contaminantes detectados están clasificados como residuos peligrosos según la Ley Nacional 24.051, lo que refuerza la gravedad de la situación.
Una contaminación que podría durar décadas
El estudio también advierte sobre la persistencia ambiental de los contaminantes hallados. Según el informe, muchos de estos compuestos químicos podrían permanecer en el ambiente por décadas, afectando no solo a los habitantes actuales sino también a las futuras generaciones. “La presencia prolongada de estos tóxicos crea un escenario de daño ambiental acumulativo y de difícil reversión”, indicaron desde el Consejo Profesional de Química.
Benceno, una sustancia cancerígena detectada en el basural
Uno de los hallazgos más preocupantes del relevamiento es la detección de benceno, un hidrocarburo aromático volátil altamente tóxico. El Dr. Carlos Colángelo, presidente del Consejo Profesional de Química bonaerense, advirtió que se trata de una sustancia con comprobada acción cancerígena en seres humanos, según la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
“El hecho de encontrar benceno en el aire o en fuentes de agua subterránea es un claro indicador de la gravedad del problema. Estamos ante un riesgo sanitario inminente”, sostuvo Colángelo. Y agregó: “Este tipo de sustancias no deben estar nunca en contacto con la población. Su manipulación requiere de personal idóneo, matriculado y bajo estricto control técnico”.
Frente a este panorama, desde el Consejo Profesional de Química reclamaron medidas urgentes de reparación ambiental y protección sanitaria para la población. También hicieron hincapié en la necesidad de profesionalizar el manejo de sustancias químicas, que muchas veces se lleva a cabo sin capacitación, ni control ni cumplimiento de las leyes vigentes.
“La existencia de un basural de estas características, sin tratamiento y con descontrol absoluto, demuestra cuánto falta hacer en la provincia de Buenos Aires en materia de política ambiental”, sentenció Colángelo. Y apuntó directamente contra los organismos de contralor por su ausencia de fiscalización y por permitir que se perpetúen prácticas negligentes y peligrosas.
Una bomba de tiempo ambiental
El caso del basural “La Quema” no solo expone un problema local, sino que simboliza un fenómeno más amplio: la naturalización del deterioro ambiental y la falta de respuestas estructurales por parte del Estado. A pocos kilómetros de centros urbanos, y en un terreno que por su ubicación podría tener otro destino, el basural funciona como una bomba de tiempo ambiental y sanitaria.
La falta de planificación, el incumplimiento de leyes como la Ley 7020 que regula el ejercicio profesional de la química, y la desidia de las autoridades convierten este lugar en un ejemplo paradigmático de lo que no debe ocurrir en la gestión de residuos.
La pericia judicial en Luján no hace más que confirmar lo que los vecinos, ambientalistas y especialistas vienen señalando desde hace años: el basural de “La Quema” es una amenaza real para el medio ambiente y para la salud pública. La evidencia científica ahora se suma a los reclamos sociales, y exige respuestas inmediatas.
La situación en Luján debe ser tomada como un caso testigo para repensar el modelo de gestión de residuos en la provincia de Buenos Aires y en todo el país. La degradación ambiental no es un fenómeno invisible: tiene consecuencias directas sobre las personas, y el caso de este basural es, lamentablemente, un claro ejemplo de ello.