El diario
El consumo, motor esencial para la economía argentina, atraviesa un momento crítico que impacta principalmente en las pequeñas y medianas empresas (pymes). A pesar de los esfuerzos para incentivar la demanda a través de promociones y planes de cuotas, la recuperación esperada no se consolida.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ha alertado que la presión impositiva y la caída del poder adquisitivo están en el centro de la preocupación, con un escenario que invita a replantear las estrategias económicas vigentes.
Caída sostenida del consumo: un freno para las pymes
Los últimos datos reflejan que el consumo no logra repuntar. Tras una leve recuperación observada hacia finales de 2024 y el primer trimestre de 2025, las ventas minoristas volvieron a caer en mayo de este año en comparación con el mismo mes del año anterior. La caída, que se suma a una baja acumulada de más del 7% registrada previamente, profundiza una tendencia negativa que afecta directamente a los comercios.
Salvador Femenia, secretario de prensa de CAME, puntualiza que “el consumo no repunta después del pequeño rebote que tuvimos hacia fin de 2024 y el primer trimestre de este año. Hemos registrado una caída respecto a mayo del año pasado, que ya venía con más de un 7% de baja. Es una caída sobre otra caída”.
Promociones y cuotas: estrategias al límite
En un intento por frenar la caída en las ventas, los comercios han recurrido a promociones agresivas, ofreciendo descuentos de hasta el 50% incluso en productos de temporada, junto con planes de financiación en hasta 12 cuotas sin interés. CAME incluso lanzó un programa de financiamiento para reemplazar el programa Cuota Simple impulsado anteriormente por el Gobierno.
No obstante, estas medidas parecen haber alcanzado un techo en su efectividad. “La rentabilidad es muy reducida y cuesta mucho amortizar los costos fijos, que se encarecieron por el aumento de tarifas. La carga impositiva sigue siendo la misma, pero los márgenes son mucho más chicos”, explica Femenia.
Poder adquisitivo y presión fiscal: el combo que golpea fuerte
El problema estructural reside en la pérdida del poder adquisitivo. Según CAME, aproximadamente el 50% de la población argentina no llega a fin de mes, lo que reduce drásticamente el consumo interno. “No alcanza con ofrecer cuotas o rebajas si no hay plata en el bolsillo”, subraya el dirigente.
Esta situación genera un círculo vicioso que afecta tanto a consumidores como a comerciantes: la falta de dinero limita las compras, las empresas deben ajustar precios y promociones para sobrevivir, lo que a su vez disminuye la rentabilidad y pone en riesgo la continuidad de muchos locales.
Además, CAME cuestiona la ausencia de medidas de alivio tributario por parte del Gobierno nacional. Según la entidad, desde la asunción del actual presidente, no se han reducido los impuestos y, por el contrario, se sumó el impuesto a las Ganancias. “El propio presidente había dicho que se iba a cortar un brazo si creaba un nuevo impuesto, y sin embargo lo hizo”, denuncia Femenia.
La presión fiscal, sostienen desde CAME, no solo encarece el precio final al consumidor, sino que limita las posibilidades de reactivación económica. “Esta estructura impositiva es incompatible con una economía que busca salir del pozo. Mientras no haya un alivio real para el consumidor y para las pymes, no hay reactivación posible”, concluye el secretario de prensa.
Claves para entender el estancamiento
- Las ventas minoristas registraron una nueva caída en mayo de 2025 respecto al mismo mes del año anterior.
- Las promociones y planes de cuotas no logran estimular el consumo como se esperaba.
- El aumento de tarifas y la elevada presión fiscal afectan la rentabilidad de las pymes.
- Cerca del 50% de los argentinos no alcanza a cubrir sus gastos mensuales, impactando negativamente en la demanda interna.
- CAME critica la falta de políticas fiscales que alivien la carga impositiva y denuncian la incorporación de nuevos impuestos que dificultan la reactivación.
Un indicador clave que exige atención urgente
El panorama actual del consumo en Argentina revela que la recuperación económica está lejos de concretarse. Sin una mejora significativa en el poder adquisitivo y una reducción efectiva de la presión fiscal, las pymes continuarán enfrentando grandes dificultades para sostener su actividad. Por lo tanto, el desafío para las autoridades y los sectores productivos es encontrar mecanismos que permitan reactivar la demanda interna, proteger a las empresas y fomentar un entorno que impulse el crecimiento sostenido.
En definitiva, el consumo no solo es una variable más dentro del entramado económico, sino un termómetro vital que refleja el bienestar y la capacidad de compra de los argentinos, y su recuperación resulta imprescindible para el futuro económico del país.
