El primer día hábil de la semana comenzó con fuertes complicaciones en el servicio del tren Sarmiento, que desde temprano registró demoras, formaciones abarrotadas y malestar generalizado entre miles de usuarios.
La combinación de un accidente en vías, mantenimiento pendiente y la saturación habitual del horario pico derivó en escenas de tensión en varias estaciones del corredor Once-Moreno.
Andenes colmados y riesgo por la cantidad de pasajeros
A las 05:00 de la mañana, el servicio quedó interrumpido por la colisión de una persona en el paso peatonal de Emilio Lamarca, en la estación Floresta. Aunque la circulación se restableció cerca de las 07:00, las consecuencias se prolongaron durante toda la mañana. En Morón, una de las estaciones más afectadas, madres con bebés y niños tuvieron que dejar pasar varias formaciones de tren para evitar viajar apretados.
Los usuarios denunciaron que los viajes se extendieron hasta 30 minutos más de lo habitual. “El viaje lo hacía en 60 minutos, ahora tardo 30 más”, relató una joven que depende del tren para llegar a su trabajo. La imposibilidad de cerrar las puertas por la cantidad de pasajeros que insistían en subir agravó aún más los retrasos.
Robo en medio del caos
Entre las situaciones más preocupantes registradas durante la mañana, las cámaras captaron el momento en que una joven sufrió el robo de su celular dentro de un vagón colmado. La víctima descendió de la formación para resguardarse e intentó volver a subir, pero la cantidad de pasajeros lo hizo imposible.
“Es una tortura viajar en estas condiciones”, denunció un hombre ubicado junto a la puerta de un vagón, visiblemente molesto por la falta de espacio y la desorganización general.
Mantenimiento en Liniers agrava los problemas
A la saturación del servicio se sumaron trabajos de mantenimiento en la estación Liniers, donde aún se ejecutan tareas vinculadas al descarrilamiento ocurrido hace 15 días. Estos arreglos, según informó la operadora del servicio, generan nuevas demoras en un horario ya crítico.
“Todos los días igual. Entro a las 12:00 y salgo a las 09:00 de mi casa”, contó una pasajera que se vio obligada a salir cada vez más temprano por la incertidumbre que generan los retrasos. Otros usuarios coincidieron en que la situación empeoró con el correr de las semanas.
Lenta normalización del tren Sarmiento
Recién cerca de las 08:00 de este martes los andenes comenzaron a despejarse, aunque el malestar de los pasajeros se mantuvo. El impacto del accidente inicial, la presión del horario pico y la falta de espacio en los vagones configuraron una mañana caótica para quienes dependen del tren para trabajar o estudiar.
Para muchos usuarios, la experiencia se resume en una frase repetida a lo largo de los testimonios: “Lo peor es que no sabés si llegás”. La jornada dejó expuestos los problemas estructurales del servicio, que enfrenta un incremento sostenido de pasajeros, demoras recurrentes y situaciones de inseguridad que generan preocupación entre los miles de usuarios que lo utilizan cada día.
El diario
