El automodelismo, esa pasión que combina precisión, velocidad y estrategia en miniatura, tuvo una de sus noches más emotivas y vibrantes el pasado viernes en la pista de ACAL.
Con un gran parque automotor, jóvenes promesas que sorprendieron, retornos esperados y un desenlace inesperado, la fecha fue una verdadera fiesta para los fanáticos del slot racing.
La palabra que mejor define la velada es “emotividad”. Una carrera donde se entrelazaron la alegría de un triunfo merecido con la decepción amarga de quienes se quedaron a un paso de la gloria. Todo esto en un ambiente de camaradería, competencia sana y mucha pasión por el automodelismo, un hobby que gana cada vez más adeptos en el país.
Una previa electrizante con récord de vuelta
La jornada arrancó con la clasificación, donde Christian Melconian, también conocido como “el Pasti asador de Luján”, dejó boquiabiertos a todos al marcar un tiempo impresionante de 4.719 segundos con su TC Pick Up, que lucía impecable tanto en estética como en performance. Le siguió de cerca Juan Delgado, otro piloto rápido y talentoso, que clavó un sólido 4.770, y en tercera posición se ubicó quien luego sería el gran protagonista de la noche: Adrián Simonetti, con 4.800.
Pese a las bajas de último momento que impidieron una grilla completa, se formaron mangas de hasta siete pilotos cada una, garantizando un desarrollo competitivo y repleto de cambios en cada vuelta.
Series dinámicas y una final de infarto
Con la organización firme y prolija del comisario deportivo Javier Etchetto, las series se sucedieron con gran intensidad. En cada una, los pilotos demostraron no solo habilidades al volante, sino también un gran conocimiento técnico sobre puesta a punto y manejo de situaciones cambiantes.
La final fue un despliegue de talento, constancia y temple. Ariel Simonetti, con una chata tan prolija como efectiva, fue quien finalmente se alzó con el triunfo, totalizando 146.71 vueltas y marcando el ritmo de la carrera. Su victoria fue sólida, fruto de una preparación meticulosa y una conducción limpia.
En segundo lugar, Juan Delgado volvió a demostrar que es uno de los más veloces del campeonato, quedando a tres vueltas del ganador con 143.40. El podio lo completó un ascendente Aldo Ibarra, cuya actuación fue una de las más destacadas de la noche al conseguir 132.26 giros.
Melconian, del sueño a la pesadilla en segundos
Uno de los momentos más dramáticos de la noche lo protagonizó Christian Melconian, quien venía disputando rueda a rueda un segundo lugar asegurado hasta que un desperfecto eléctrico —la rotura de un cable— lo dejó fuera de competencia a escasos metros del final. Fue una imagen tan dura como emotiva. “Otra vez será”, se lamentó el piloto, que aún con ese traspié, fue parte fundamental del espectáculo.
Jóvenes promesas y actuaciones sorpresivas
El automodelismo demostró una vez más ser terreno fértil para las nuevas generaciones. Valentino Simonetti, con apenas unos meses en la categoría, sigue sorprendiendo con su solidez. Con 122.12 vueltas, fue octavo, pero su performance lo proyecta como una de las revelaciones de la temporada 2024.
Otro que se destacó fue Facundo Roffredo, quien con 125.56 vueltas se ubicó quinto, dejando claro que el futuro del automodelismo tiene nombres propios que ya pisan fuerte.
También es destacable el rendimiento de Ricardo Perea (6º), Cako Romero (7º), Luis Rubín (4º) y Ariel Cesar Ibarra (9º), todos con carreras intensas y rendimientos parejos.
Los que siguen aprendiendo y sumando experiencia
La grilla la completaron pilotos de diferentes niveles de experiencia. Desde Amadeo Varese (11º) y el periodista/piloto Ricardo Vega (12º), que volvió de sus vacaciones con problemas técnicos, hasta Norberto Sciaccaluga (13º), que no encontró ritmo con un auto que no estuvo a la altura de sus antecedentes, y Eric Delgado (14º), que sigue dando sus primeros pasos con mucho entusiasmo.
Un viernes más que especial para el automodelismo
La noche del pasado viernes dejó en claro que el automodelismo no es solo una competencia de autos a escala. Es una pasión que une generaciones, que exige conocimiento técnico, práctica, disciplina y, sobre todo, amor por el deporte. En ACAL se vivió mucho más que una carrera: se vivió una verdadera fiesta.
Con actuaciones memorables, emociones al rojo vivo y un nivel creciente de competitividad, el automodelismo slot sigue consolidándose como una de las actividades más emocionantes del deporte motor a escala. Y si algo quedó claro es que cada carrera es una historia que merece ser contada.
Con información de AutoShowwSlot
