En un enfrentamiento correspondiente al Grupo Primera B de la URBA, Luján Rugby Club cayó en condición de visitante ante Delta Rugby por 34 a 25.
Un partido parejo que se definió por detalles, donde la falta de eficacia en las conversiones fue determinante. Esta nueva derrota deja varias lecciones para el quince lujanense, que sigue acumulando experiencia en una categoría que no perdona errores.
El desafío de competir en la Primera B
La Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) representa uno de los torneos más competitivos del rugby argentino. Equipos históricos, canteras sólidas y una cultura deportiva muy arraigada convierten a esta liga en un verdadero desafío para los clubes que buscan consolidarse.
Luján Rugby Club, fundado en 1975, ha tenido una evolución sostenida a lo largo de los años. Desde sus humildes inicios en una ciudad marcada por el fervor religioso y la tradición rural, el club fue ganando protagonismo en el circuito del rugby bonaerense. Con trabajo desde las divisiones infantiles hasta la primera, ha logrado construir una identidad basada en el esfuerzo, la camaradería y el juego limpio.
Actualmente, el club milita en la Primera B de la URBA, una categoría exigente donde cada punto vale oro y los errores suelen costar muy caros. Justamente eso fue lo que ocurrió este fin de semana en su visita a Delta Rugby.
Un comienzo cuesta arriba y una remontada que no alcanzó
El encuentro arrancó complicado para el equipo lujanense. Desde el inicio, Delta Rugby —apodado “el Yacaré” por su agresividad en ataque— se mostró más preciso y efectivo. En pocos minutos, el local logró vulnerar la defensa visitante con dos tries convertidos, marcando un temprano 14-0 que condicionó el desarrollo del partido.
Luján reaccionó a través de un try de Terán, pero la conversión fallida de Magalhaes dejó el marcador en 14-5. La historia se repitió: otro try convertido por Delta estiró la diferencia a 21-5, y luego ampliaron aún más a 28-5.
Sobre el cierre del primer tiempo, Felipe Verdejo logró apoyar la pelota en el ingoal rival, aunque nuevamente la puntería a los palos —en este caso, del Colo— no fue la mejor. Así, se fueron al descanso con un 28-10 que reflejaba la contundencia de Delta y los errores no forzados del equipo lujanense.
Un segundo tiempo de lucha y entrega
En el complemento, Luján Rugby salió decidido a cambiar la historia. Mauro Delorenzo encontró un hueco en la defensa y apoyó el try que, con otra conversión fallida, dejó el tanteador 28-15. Poco después, Santiago Grecco aprovechó una buena jugada colectiva para apoyar debajo de la hache, y esta vez Brancatto sí estuvo fino con el pie: 28-22 y partido abierto.
Delta respondió con un penal que puso las cosas 31-22, pero Brancatto volvió a descontar también por la misma vía: 31-25. Luján estaba a tiro, con tiempo en el reloj y el ánimo en alza. Sin embargo, un nuevo penal convertido por el local selló el resultado definitivo: 34-25.
El factor clave: la puntería
Más allá del esfuerzo y la entrega, el gran diferenciador del partido fue la eficacia en las patadas a los palos. Mientras Delta no falló en sus conversiones, Luján dejó escapar al menos 8 puntos por errores en ese aspecto. En una categoría tan pareja como la Primera B de la URBA, esas diferencias se transforman en derrotas.
No se puede pasar por alto que el juego del Luján Rugby Club mostró actitud, capacidad de reacción y un sistema ofensivo que logró quebrar a una defensa sólida como la de Delta. Sin embargo, la falta de puntería fue un lastre demasiado pesado para revertir el resultado.
El camino en la URBA sigue
Luján Rugby Club continúa su camino en una URBA que ofrece lecciones semana tras semana. Cada encuentro es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento para un equipo que sigue escribiendo su historia con sacrificio y dedicación.
Con el objetivo claro de mantenerse competitivo y escalar posiciones, el plantel sabe que deberá ajustar detalles como la concentración inicial y la eficacia en los envíos a los palos. La categoría no permite relajaciones, y cada punto —literalmente— puede marcar la diferencia.
La derrota ante Delta Rugby por 34 a 25 dejó en evidencia tanto los errores como el potencial de Luján Rugby Club. En el duro camino que representa la Primera B de la URBA, el equipo sabe que no se puede regalar nada. A pesar del resultado, la entrega en el segundo tiempo y la cercanía en el marcador final son señales alentadoras.
Con una historia que respalda su crecimiento, Luján Rugby Club sigue construyendo su presente en una de las ligas más exigentes del país. Porque en la URBA, los desafíos no cesan, pero las oportunidades para superarse tampoco.