El diario
El mes de noviembre trajo una noticia alentadora para el mercado de autoservicios y supermercados: un crecimiento mensual en el consumo tras meses de caídas consecutivas.
Según un informe de la consultora Scentia, el consumo en estos sectores experimentó un aumento del 1,5% respecto a octubre, marcando un punto de inflexión en un año caracterizado por retrocesos en el poder adquisitivo y el comportamiento del consumidor.Un Respiro en el Contexto de Crisis
El incremento, aunque modesto, es significativo. Representa el primer crecimiento intermensual desde abril y se da en un contexto de ajustes económicos severos, donde la inflación ha sido el principal obstáculo para la estabilidad del consumo. La recuperación mensual fue posible a pesar de que noviembre tiene un día menos que octubre, lo que refuerza el impacto positivo del ajuste estacional y una incipiente desaceleración en los precios.
A pesar de esta mejora, los datos interanuales muestran un panorama más sombrío: el consumo sigue registrando una caída del 13,5% en comparación con noviembre de 2023. Sin embargo, la desaceleración inflacionaria y una ligera mejora en las expectativas económicas ofrecen esperanza para una recuperación más sostenida en el corto plazo.
Consumo por Regiones: AMBA y el Interior
El informe también resalta diferencias marcadas entre las regiones del país. Históricamente, la recesión golpeó con mayor fuerza al interior, pero en noviembre se observó una convergencia en las caídas interanuales del consumo entre el AMBA (-20,9%) y el interior del país (-19,4%).
No obstante, el acumulado anual sigue reflejando una realidad desigual. Mientras el AMBA registra una contracción del 8,8%, el interior enfrenta una caída más severa, del 16,6%, evidenciando el impacto desigual de la crisis económica. Esto refleja cómo factores como el acceso al empleo, la estructura de precios y la movilidad económica afectan de manera diferenciada a las provincias.
Cambios en las Prioridades del Consumo
El comportamiento de los consumidores también se ha transformado en medio de la crisis. Según el reporte, los rubros más afectados son aquellos considerados no esenciales, como “Bebidas con alcohol” (-19,2%) y “Consumos impulsivos” (-18,6%). En contraste, categorías esenciales como “Alimentos” (-9,1%) y “Perecederos” (-8,7%) registraron caídas menos pronunciadas.
Esta tendencia revela que los hogares están priorizando productos básicos y reduciendo sus gastos en bienes secundarios. En un contexto de alta inflación, esta conducta es predecible, pero también subraya las limitaciones que enfrentan los consumidores al intentar mantener su calidad de vida.
La Inflación y su Impacto en el Consumo
La inflación, que en marzo de 2024 alcanzó un asombroso 345,5% interanual, sigue siendo un factor crítico en la contracción del consumo. Aunque las ventas nominales crecieron un 312,5% en el mismo periodo, el aumento de los precios superó ampliamente este crecimiento, reduciendo los volúmenes comercializados.
En los últimos meses, sin embargo, se ha observado una leve desaceleración inflacionaria, lo que podría estar facilitando una mejor capacidad de gasto. Este alivio, aunque limitado, combinado con ligeras mejoras en indicadores de empleo y confianza del consumidor, podría estar preparando el terreno para un crecimiento más sostenido.
Perspectivas para el Consumo en 2024
El repunte registrado en noviembre no implica una recuperación definitiva, pero sí marca un posible cambio de tendencia. Factores como la desaceleración de los precios, la estabilidad en algunos sectores del empleo y el ajuste en las prioridades de gasto están jugando a favor de una mejora paulatina.
El desafío ahora es sostener este crecimiento en un contexto donde la inflación sigue siendo alta y el poder adquisitivo, limitado. La clave estará en el manejo económico del país y en el esfuerzo de las empresas por adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores.
¿Una Luz al Final del Camino?
El consumo es un indicador crucial para evaluar la salud económica de un país, y el crecimiento registrado en noviembre ofrece un rayo de esperanza tras meses de contracción. Aunque los desafíos son numerosos, el mercado parece estar avanzando hacia una estabilización que podría consolidarse en los próximos meses si las condiciones macroeconómicas acompañan.
La transformación en los hábitos de consumo y las diferencias regionales subrayan la importancia de entender las dinámicas locales y de adaptar estrategias tanto para las empresas como para los responsables de políticas públicas. En un año de incertidumbre, cada pequeño paso cuenta en el camino hacia la recuperación.
